El Supremo reduce la condena a 13 miembros del clan de Los Gordos

De los 20 miembros del clan de Los Gordos que fueron condenados por la Audiencia de Madrid, el Tribunal Supremo ha reducido la sentencia a 13 de ellos y absuelto a otros seis. Los integrantes de la banda, que llevaban cinco décadas dedicándose al tráfico de drogas en municipios madrileños, habían interpuesto un recurso de casación ante el Supremo tras la condena de la Audiencia dictada en noviembre del año pasado. El Alto Tribunal argumenta que el grupo no alcanzaba la categoría más grave de organización criminal prevista en el Código Penal.

La pareja Juan José Hernández y Adela Motos, los cabecillas del grupo, habían sido condenados a 19 años de cárcel y a una multa de 800.000 euros. Tras la sentencia del Supremo, dictada este miércoles, cumplirán 12 años y siete meses de cárcel: ocho años y seis mes por delito contra la salud pública; dos años y siete meses por tenencia ilícita de armas; un año y seis meses por pertenencia a un grupo criminal; y tendrán que pagar 712.000 euros de sanción.

Ricardo Hernández Motos —conocido como El Bola—, el heredero del clan, había sido condenado a 10 años y seis meses de cárcel y a una multa de 650.000 euros. Ahora tendrá que cumplir ocho años de prisión: siete años por delito contra la salud pública y un año por pertenencia a un grupo criminal. La sanción económica continúa siendo la misma, pero ha sido absuelto del delito de tenencia ilícita de armas.

La sentencia indica que la reforma del Código Penal de 2010 estableció una distinción entre organización criminal —más grave— y grupo criminal. El clan de Los Gordos se encuadra en este último, lo que ha supuesto una rebaja de entre dos y seis años a los 13 condenados.

Además, seis miembros han sido absueltos por no existir pruebas suficientes contra ellos. Al único procesado al que se le condenó en noviembre solo por tenencia ilícita de armas, se le mantiene la pena de un año y medio de cárcel.

La familia ha pasado por los principales puntos de venta de droga que ha habido en Madrid en las últimas décadas, como el poblado de la Alegría, en Entrevías; La Celsa y Las Barranquillas, hasta que terminó asentándose en la Valdemingómez, en la Cañada Real Galiana, donde se detuvo al matrimonio.

Los condenados fueron detenidos en el marco de una operación iniciada en octubre de 2011, lo que supuso el tercer golpe policial al clan en año y medio. El Bola, considerado el único con capacidad para perpetuar el clan, cayó en diciembre de 2012, seis meses después de sus padres.