Toda la izquierda se opone al traslado de la escultura de Antoni Miró en Gandia

A pesar de las notificaciones conminatorias del alcalde de Gandia, Arturo Torró, pidiendo a los concejales de la oposición y a sus afiliados no participar en la concentración convocada junto a la escultura de Antoni Miró sobre la batalla de Almansa, porque la Delegación del Gobierno la había dado por “no comunicada”, el acto se celebró en tono festivo y sin incidentes. El secretario general del PSPV, Ximo Puig, el portavoz de Compromís en las Cortes, Enric Morera, y responsables comarcales de EU mostraron la unidad de la izquierda en apoyo al artista alcoyano y en defensa de la permanencia de la obra en su actual emplazamiento, frente a la intención de trasladarla del alcalde. En el manifiesto leído se subrayaron los “motivos ideológicos” de este propósito.

 La concentración, que contó también con la senadora Carmen Alborch y el diputado Ciprià Ciscar, había sido convocada para celebrar el 25 de abril, fecha de la batalla histórica de la que la escultura es alegoría. Un segundo escrito del PSPV y Compromís a la Delegación del Gobierno, que tuvo respuesta, justificaba la urgencia de la convocatoria por las recientes noticias del traslado inminente. El acto de ayer quería también “manifestar la voluntad de continuar celebrando el día 25 d’Abril en esta plaza”, cosa que el traslado “haría irrealizable”. El artista agradeció el apoyo y calificó al alcalde de “cavernícola y muy mediocre”, según Europa Press.

Precisamente la amenaza que pende sobre la obra de Toni Miró es uno de los ejemplos de “políticas marcadamente antivalencianas” del PP esgrimidos por las entidades que este sábado convocan en Valencia la manifestación del 25 de abril, bajo el lema Recuperem el país! Salvem les persones! Otro acto cargado de fuerza simbólica en relación con esta fecha, fue la cesión que ayer hizo el primer presidente preautonómico valenciano, Josep Lluís Albinyana, de la senyera cuatribarrada que colgó en la fachada del Palau de la Generalitat entre abril y diciembre de 1979. El expresidente la donó al Institut Joan Fuster que preside Eliseu Climent y será expuesta “pública y dignamente” en el Centre Octubre de Cultura Contemporània.