De casa en casa

Un sueño: tener una casa en la playa. Y puestos a imaginar, otra en la montaña, una más en la ciudad… en diferentes ciudades mejor y en distintos países. Esa quimera para unos es una realidad para David García. No, no se trata de ningún magnate empresarial. Este padre de familia de 37 años comenzó hace unos meses a intercambiar su casa con otras familias para conseguir ahorrarse el alojamiento en sus vacaciones. Holanda o Finlandia son lugares que ya ha visitado gracias a este método. Este año se producirán unos 130.000 intercambios de hogar a través de la red internacional HomeExchange, presente en 150 países. La moda desembarcó en España hace menos de 10 años y ha sido en los dos últimos cuando ha tomado impulso. Más de 200 madrileños están apuntados a la versión española de esta web, la principal del país.

Todo empezó con una búsqueda en Internet. “No teníamos mucho dinero, pero queríamos viajar y comenzamos a indagar”, cuenta García. Contactó con una familia holandesa similar a la suya, con niños pequeños, y que quería pasar unos días en Madrid. Confiesa que al principio sintió desconfianza, incertidumbre por no saber qué tipo de vivienda se encontraría al llegar o qué le esperaría al volver. “Pero la garantía es que tú estás en su casa”, resuelve García. El 93% de los usuarios encuestados por la web se declara satisfecho con su experiencia.

Ana Fernández, de 44 años, en cambio, no tuvo dudas en ningún momento. “Soy bastante confiada”, bromea. Empezó hace dos años con la misma motivación que García, viajar al extranjero sin liquidar todo su capital. El intercambio supone para las familias un ahorro superior al 50%. Así que no lo pensaron: su marido, sus cuatro hijos y ella hicieron las maletas para conocer Escocia. La cosa fue tan bien que durante esta Semana Santa van a encontrarse con la familia de intercambio para conocerla personalmente.

Los países más solicitados por los madrileños son Reino Unido, Irlanda, Francia e Italia, según el portal. “La mitad de los socios dicen estar abiertos a cualquier lugar que se les proponga”, explica Violeta Díaz, directora de la web en España. García lo confirma: “No siempre encuentras disponibilidad en el país que quieres. Nosotros pensábamos ir a Londres y acabamos en Holanda”. El madrileño lo ve como una ventaja y no como un inconveniente, una manera de conocer lugares que de otro modo no se plantearía.

Viajar con este método requiere tiempo de preparación. Fernández ya tiene sus billetes para las vacaciones de verano desde hace unos meses, su destino es Dinamarca. El de los García, París. “Cuanta más antelación mejor”, recomiendan ambos. La búsqueda de familias no es sencilla, tienen que cuadrar las fechas disponibles para las vacaciones, las características familiares y las necesidades. Además, es importante establecer una relación previa para no llevarse sorpresas. “Estuvimos tres meses hablando con ellos y durante el intercambio tampoco pierdes el contacto”, explica García.

Ambas familias responden al perfil habitual de los usuarios —el 50% viajan con niños—. Las dos resaltan lo positiva que es la experiencia. Más allá de salvaguardar la economía familiar, disponer de una casa con todas sus comodidades ayuda a elevar la calidad del turismo. Las familias recomiendan rincones de su ciudad, por lo que acercan a los turistas la cara más huidiza para los foráneos. Si se acuerda previamente, puede disponerse incluso del coche familiar.

Londres y París son las ciudades que más han escogido los madrileños para pasar esta Semana Santa. Al otro lado del Atlántico, Nueva York y San Francisco. Una tendencia que se afianza cada vez más para ajustarse el cinturón a los tiempos que corren.