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Una esperanza para ser minero

Unas 3.000 personas presentan sus solicitudes para trabajar en Riotinto, cuya comarca está lastrada por un alto desempleo

Colas en el Ayuntamiento de Zalamea para solicitar empleo en Riotinto.
Colas en el Ayuntamiento de Zalamea para solicitar empleo en Riotinto.IVÁN BOZA

El anuncio de la reapertura de la mina de Riotinto ha generado altas expectativas laborales en una comarca que padece un brutal desempleo que afecta a casi la mitad de su población. Desde que se abrió la selección de candidatos para trabajar en el emblemático yacimiento rico en cobre, miles de ciudadanos de la comarca y de otros puntos del país han presentado sus curriculum a través de Internet o en persona en los Ayuntamientos de los siete pueblos de la cuenca que colaboran en la recogida de datos con la empresa que explotará las minas, Emed Tartessus.

La firma generará en la puesta a punto de las instalaciones unos 250 empleos directos y 750 indirectos. Emed Tartessus obtuvo hace una semana los derechos mineros y ahora dispone de seis meses para acondicionar las instalaciones y de 12 para ponerla en explotación. La mina prevé estar en funcionamiento en el segundo semestre de 2015 y una vez operativa precisará de 400 puestos directos y creará unos 1.200 indirectos. Un universo de expectativas laborales que no se sentía en la comarca desde hacía más de una década.

La comarca está lastrada por el paro desde que cerró la mina

La Cuenca Minera, con una población de 17.000 habitantes, había visto esfumarse las oportunidades de empleo desde que clausuraron los yacimientos mineros en 2000. La noticia de la reapertura de Riotinto se ha traducido de inmediato en colas de centenares de ciudadanos a las puertas de los Ayuntamientos. El perfil de los candidatos dispuestos a trabajar de mineros es de lo más variopinto: titulados universitarios, formación profesional, peones de la construcción, fontaneros, electricistas o camioneros y amas de casa. Hasta 3.000 personas han dejado ya su currículum dispuestos a convertirse en mineros.

David, de 36 años, geólogo asturiano, hacía cola esta semana en el Ayuntamiento de Zalamea la Real para dejar su solicitud: “Estoy en paro desde mediados de noviembre y prefiero trabajar aquí antes que irme fuera. Una mina a cielo abierto o de interior necesita de geólogos y yo tengo diez años de experiencia”, remarca.

La palabra esperanza es la más repetida en las colas de los Ayuntamientos que han fijado un calendario hasta el 8 de mayo para recoger currículum. Aunque la empresa recuerda que los datos pueden recogerse por Internet en las páginas emed-tartessus.com o adecco.es, muchos ciudadanos han optado por entregar los datos en persona. Juan Carlos Baños, de 27 años, natural de Zalamea, madrugó hace dos semanas para no perder la oportunidad de dejar sus datos. Los responsables de Adecco, firma que gestiona la convocatoria, se desplazaban a este Ayuntamiento para asesorar a los interesados. Unas doscientas personas aguardaban en la cola su turno para adquirir unos de los 150 números. Adecco ha fijado esa cifra porque es la que se adapta al tiempo en la que sus dos técnicos ofrecen una charla informativa e introducen los datos de los candidatos.

La empresa que explotará la mina busca montadores, tuberos y soldadores

“Tengo mis dudas porque hay muchas personas inscritas, pero hay que intentarlo. La esperanza es lo último que se pierde”, afirma Juan Carlos Baños, carpintero metálico. Para María Dolores Delgado Carrasco, de 56 años, vecina del municipio, lo importante es que se establezca una cadena: “Aunque no me cojan a mí espero que vaya entrando gente a trabajar porque la Cuenca Minera está muerta, aquí no hay nada y si alguien trabaja, empieza a moverse la rueda y se va generando trabajo para los demás”, subraya. “Yo lo tengo difícil, pero mis hijos cumplen perfectamente el perfil. Uno es técnico montador de soldadura y otro es oficial de primera de construcción”, precisa la mujer.

Los perfiles de interés para esta primera fase son montadores, tuberos, soldadores, mecánicos, electricistas y albañiles, entre otros. Pero en las colas de los Ayuntamientos la variedad abarca a todas las profesiones. Tomás, de 27 años, natural de Cabezas Rubias es técnico en trabajos forestales y conservación del medio ambiente. “No hay trabajo. Desde que acabé hace tres años no he encontrado nada más allá de empleos temporales”. Su colega Juan Matías, también vecino de Cabezas Rubias, tiene más expectativas: “Soy mecánico y soldador y espero que mi profesión me ayude a la hora de entrar a trabajar en la mina”. Manuel Muñiz, de 28 años y natural de Zalamea, es monitor ecuestre. “He trabajado para el Ayuntamiento, pero desde 2008 estoy desempleado así que tengo que intentarlo”, subrayó. Este vecino pedía que se contraten a los desempleados locales: “Aquí hay mucha gente de fuera y me parece bien pero los que vivimos en estos pueblos llevamos muchos años sin alternativas laborales y nos merecemos una oportunidad”.

Los alcaldes de la zona insisten en que los Ayuntamientos solo colaboran con la empresa ofreciendo sus instalaciones pero no participan en el proceso de selección. La alcaldesa de Riotinto, Rosa Caballero, del PP, ha pedido a la empresa mejor organización para la recogida de los currículum. “Han sido unos días intensos con gente procedente de León, de Málaga, de Cataluña y de otros puntos de España haciendo cola desde las cinco de la mañana. Hemos solicitado ampliar los días de entrega de datos para evitar que se produzcan estas aglomeraciones”, explicó la alcaldesa, que reclamó atenciones con la comarca. “Durante años se ha extraído mucha riqueza de ese yacimiento y es hora de que la solidaridad que ha tenido la Cuenca Minera se nos devuelva”.

Marcos Toti, alcalde de Zalamea, de IU, afirmó tener un sentimiento agridulce: “Contento por la posibilidad de generar empleo que tanta falta hace pero pena por ver la demanda para unos puestos de trabajo aún inciertos”, remarcó.

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