_
_
_
_

“No hay distinción profunda entre las novelas eróticas y las infantiles”

Muñoz Puelles presenta ‘La voz del árbol’, premio Anaya de literatura juvenil

Ferran Bono
El escritor Vicente Muñoz Puelles.
El escritor Vicente Muñoz Puelles.TANIA CASTRO

“A los niños les gusta imaginar que Caperucita acaba en la cama con el lobo”, comentó este martes Vicente Muñoz Puelles. El escritor valenciano citaba a Djuna Barnes, autora del clásico El bosque de la noche, para ilustrar su planteamiento a la hora de escribir. “No hay una distinción profunda entre las novelas eróticas y las infantiles”, sostuvo a raíz de la presentación en Valencia ante los medios de su libro La voz del árbol, que ha ganado el XI Premio Anaya de Literatura Infantil Juvenil.

Él ha escrito para todas las franjas de edad, desde los cuatro años hasta los adultos. Y ha recibido galardones tanto de literatura erótica (Sonrisa Vertical por Anacaona), como el Nacional de Literatura Infantil (por Óscar y el león de Correos).

“La literatura infantil es muy sensual. Bueno, para los niños no es sensualidad es misterio. El niño adivina pero no sabe, tal vez lo presiente. Cuando los niños se pelean con las niñas lo desconocen, pero tienen deseo de estar con ellas. Es muy bonito”, apunta Muñoz Puelles, mientras, a su lado, otro reputado escritor de literatura infantil y juvenil Carles Cano asiente y recuerda que en la versión de Perrault de Caperucita, en la que el cuento acaba con la niña en las fauces del lobo, sin cazador ni leñador que la salve.

Ahora Muñoz Puelles se ha metido en la piel de una niña para narrar la historia de una familia que vive en el campo, rodeada de animales, y descubre una cabaña en un árbol en la que van apareciendo libros de manera misteriosa. Es una síntesis de la trama de La voz del árbol, editada con ilustraciones de Adolfo Serra.

El autor, de 63 años, ha convertido en literatura su “añoranza” infantil de los animales. Cuando era niño, vivía en pleno centro de Valencia y los únicos con los que convivía eran los patos de la fuente de la plaza de San Vicente Ferrer (conocida popularmente como la plaza de los patos) o el león que orlaba el buzón de Correos. Muchos años después, se trasladó con su familia a vivir a El Vedat de Torrent, donde su casa empezó a llenarse a animales —“de repente llegaba un búho”, relató— y donde sus hijos descubrieron una cabaña...

El escritor valenciano relata la vida de una familia rodeada de animales

La realidad, filtrada por los recuerdos, se entreteje con la ficción en el último libro de Muñoz Puelles, con el que ha vuelto a obtener el premio Anaya (tras El arca y yo) por segunda vez el premio Anaya. También la literatura desempeña un papel fundamental en la trama. El primer libro que encuentra la protagonista, Virginia, en su refugio es Orlando, de Virginia Woolf.

No en vano, el libro se abre con una cita de la obra de la escritora británica: “Había estado recluido tanto tiempo, escribiendo y leyendo, que casi había olvidado los encantos de la naturaleza, que en junio pueden ser grandes”.

Son los componentes de su libro, como explica el propio Muñoz Puelles: “En La voz del árbol se juntan algunos de los temas que más me interesan: la infancia, la naturaleza y los libros. Creo que los niños necesitan de la naturaleza, porque son parte de ella y no deberían abandonarla nunca. En cuanto a los libros, pienso lo que decía Graham Greene: que solo durante la infancia los libros pueden ejercer en nosotros una influencia realmente profunda (...)”.

La vida es materia de la literatura, como lo podría ser también las satisfacciones y tribulaciones en el seno del Consell Valencià de Cultura (CVC), del que Muñoz Puelles es miembro. “Si fuera Dickens, el Consell de Cultura sería una fuente inagotable de inspiración”, bromea el escritor, que nació en la casa donde vivió seis años escondido en un doble fondo su tío, Ricardo Muñoz Suay, tras la Guerra Civil. El portero avisaba cuando la policía acechaba. Pero esa es otra historia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_