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Vila da marcha atrás y no denunciará el Plan Hidrológico del Ebro ante la UE

La Generalitat apuesta por la vía administrativa y la negociación con el Gobierno central

Dani Cordero
Santi Vila, consejero de Territorio.
Santi Vila, consejero de Territorio. JOAN SÁNCHEZ

El enfrentamiento entre Estado y Generalitat por el Plan Hidrológico del Ebro no saldrá de España. Al menos de momento. El consejero de Territorio, Santi Vila, corrigió ayer las amenazas iniciales del Gobierno catalán y aseguró que la disputa por el que tiene que ser el caudal ecológico del río se agotarán por la vía administrativa, si es que antes ambas administraciones no han alcanzado un acuerdo fruto de la negociación política. Solo si esas negociaciones no surten efecto, el Ejecutivo de Artur Mas optará por elevar el caso ante el Tribunal Supremo y, sobre todo, denunciar ante la Unión Europea.

Vila se descolgó ayer de las amenazas iniciales y mantuvo el discurso de mano tendida que le caracteriza, con el fin de “hacer compatibles intereses siempre legítimos pero no siempre coincidentes”. En otras palabras, llegar a un punto en el que confluyan intereses medioambientales y los de los regantes. O, incluso, acercar posiciones entre lo que interesa en la zona del Delta del Ebro o lo que convence más en las comarcas de Lleida, por ceñirse solo a Cataluña. Además, Vila es consciente que el caudal ecológico establecido en el plan de cuenca deberá renegociarse en 2015.

“A nosostros nos continúa preocupando mucho la regresión del delta y la gestión de todo el Ebro en su conjunto, pero en especial su tramo bajo”, señaló Vila al concluir la reunión de la Comisión para la Sostenibilidad de las Tierras del Ebro, un órgano con representación de todo el territorio, en la que se decidieron iniciar el proceso administrativo y jurídico contra el PHE. La base del conflicto es el caudal ecológico que ambas administraciones consideran como umbral mínimo. Mientras que la Generalitat reclama unos 7.000 hectómetros cúbicos anuales, el Gobierno central impone 3.200.

Por otra parte, el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, [TEX]Miguel Arias Cañete, reconoció ayer por primera vez el interés del Gobierno central de tirar adelante el trasvase de agua del río Ródano, un antiguo proyecto de CiU. Cañete aseguró que “no hemos tenido contacto con las autoridades francesas; ha existido y existe interés claro de la Generalitat catalana en este tema, pero como Gobierno no hemos tenido ningún contacto oficial con las autoridades francesas para ver la viabilidad de este proyecto”.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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