Un testigo afirma que entregó regalos de joyería en su casa al exregidor de Ourense
Un vecino de Lugo cuenta que el chófer de Orozco le pasó las preguntas de un examen
Vendex agasajó durante años consecutivos al exalcalde de la ciudad, el socialista Francisco Rodríguez, con objetos de joyería. “No pesaban como los jamones ni como las botellas de vino, eran más bien regalos cogidos en joyería”, explicó gráficamente ante la juez el encargado de hacer las entregas de los regalos de la concesionaria municipal a los políticos en Ourense. El trabajador detalló que acudió al domicilio del entonces alcalde con paquetes pequeños en tres o cuatro ocasiones, siempre en época navideña. En las últimas pascuas, tras un primer intento fallido (fue inicialmente al domicilio que el exalcalde había abandonado ya para trasladarse al barrio de A Ponte), consiguió realizar la entrega.
El final de esta encomienda de sus jefes aparece recogida en los nuevos tomos entregados anteayer a las partes. La empresa no había actualizado la dirección y días antes había comprado para él un Rolex de oro. “Ya está la factura del reloj. Son seis mil y pico”, había anunciado esa semana el delegado provincial de Vendex, Adrián Cordero, a su jefe territorial, según un pinchazo telefónico. Ayer Rodríguez difundió una nota negando cualquier soborno o ingreso injustificado. Los vecinos comunicaron al empleado que Rodríguez se había trasladado. Acudió a la nueva dirección “y allí entregó el paquete”, como consta en la instrucción de la causa. “Lo recogió una mujer, la misma que en los años anteriores”, precisó el emisario. Como a todos los demás políticos ourensanos a los que les entregaba regalos de la concesionaria, el empleado les informaba: “Este es un detalle de Adrián Cordero, del grupo Vendex”. Asegura que nadie se negó jamás a aceptar los paquetes, al menos los que él entregó.
La nueva entrega del sumario Pokémon incluye además nuevas revelaciones sobre el alcalde de Lugo. Un expolicía local interino, Camilo Bargueiras, acude a pedir trabajo a Orozco, graba la elocuente conversación con el móvil y de paso destapa un segundo caso de enchufismo (después del referido a una mujer, que ya se conocía) a cargo del alcalde. En ninguna otra grabación, de las recogidas en los pinchazos, aparece tan desnudo el gobernante local: [...]en la empresa de aguas “tengo oportunidad [...]. Ahí no hay oposición, solo es decirle que te coja”.
Durante la larga charla el expolicía le dice al alcalde: “Usted sabe que a mí Reigosa me vino con el examen, el problema es que había dinero por medio y como no dimos...”. Bargueiras se está refiriendo a las oposiciones para cubrir cuatro plazas de agente de movilidad, que habían sido convocadas por el Ayuntamiento. Él quedó a las puertas. Y Reigosa es el chófer del propio Orozco. Según publicó la semana pasada El Progreso, Bargueiras declaró a la juez que el conductor había servido de puente, porque la decisión de pasarle el cuestionario era Orozco.
La grabación presenta a un alcalde que ofrece trabajo en las empresas subvencionadas o en contratas donde no hay más que colocar a dedo, sin pasar por engorrosas oposiciones. También denota que el gobernante domina hasta el último engranaje de la maquinaria municipal. El alcalde (“Bargueiras, tengo un compromiso contigo y lo quiero cumplir”, repite) detalla al expolicía las vías que tiene para colocarlo mientras no se convoque una quinta plaza de agente que está en el aire. El regidor cita a Urbaser, que ahora mismo lo tiene “todo copado”, a la compañía de aguas, y a otras firmas que el Ayuntamiento apoya a cambio de que generen empleos. “Tenemos que darles el dinero y les ponemos como condición que tienen que coger cada una a tres trabajadores nuevos”, comenta el alcalde. “Menos mal que buscamos el camino de las empresas”, se sincera, “¡es que no nos dejan sacar ni una plaza!”.
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