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El embajador del ‘funky’

Maceo Parker, veterano saxofonista descubierto por James Brown, inaugura esta noche el ciclo Madrid Inquieta con una invitación al ritmo y la evasión

Maceo Parker durante una actuación en 2011.
Maceo Parker durante una actuación en 2011.andrea de silva (reuters)

Durante casi una década fue el hombre de confianza de James Brown: “La gente venía a escucharle y me gritaba: ‘!Maceo, toca tu saxo!’ Y yo, claro, lo tocaba”. Maceo Parker ha compartido escenario con Ray Charles, Marvin Gaye, George Clinton y The Red Hot Chili Peppers: “allá donde voy llevo el mensaje del funky: levántate y disfrútalo”. A sus 71 años, el saxofonista y cantante promete “pegar fuego” a La Riviera en su concierto de esta noche, con el que se inaugura el ciclo Madrid Inquieta.

En la biografía de Maceo Parker (1943, Kinston, Carolina del Norte), todos los caminos conducen a James Brown: “en mi casa siempre había alguien tocando alguna cosa, si no era alguno de mis hermanos eran mis primos o uno que pasaba por ahí...”. Parker tocaba el saxo alto en la big band del instituto donde cursaba sus estudios cuando sucedió el acontecimiento que habría de trastocar su existencia plácida de músico provinciano: “un día vino James Brown a la ciudad y fue algo tremendo. Tanto que, tras el show, él no quería irse a la cama: ‘¿alguien conoce un sitio que esté abierto a estas horas?’, preguntó!”. No sé quién le recomendó que fuera a escuchar a mi hermano Melvin, que tocaba la batería en algún lugar con su banda. James fue y le encantó. Cuando se lo presentaron, le dijo: “primero termina tus estudios y luego te vienes conmigo”.

Un año más tarde, los dos hermanos decidieron poner punto final a sus estudios. “La inmediata fue ir a verle. Melvin se plantó frente a él y le dijo: ‘Mr. Brown, ¿me recuerda?, soy ese chico de Kinston que toca la batería. Ya no estoy en la escuela’. Luego me presentó. James me miró y me dijo: ‘¿tocas el saxo barítono?’. En mi vida había puesto mis manos encima de un barítono pero no quería decirle que no, así que le contesté: ‘¡por supuesto que sí!’; ‘¿y tienes un barítono?’, ‘!sí, señor!’. Entonces me dijo: ‘si estás aquí con un saxo barítono en dos semanas te doy el trabajo’. A las dos semanas, ahí estaba”, rememora.

Cargados de una admirable dosis de sentido común, los hermanos Parker pudieron sortear los peligros de la carretera cuando se viaja junto a alguien como James Brown: “siempre había un montón de chicas bonitas dando vueltas a nuestro alrededor. Pero era algo que no nos pillaba de nuevas. Conocíamos la vida de los night clubs, lo que significa tocar en aquellos garitos para negros, y a veces también para blancos. Cuando se está en el espectáculo uno aprende a dejar fluir la corriente sin mojarse. Ves aquella masa de chicas y sabes que, después, van a estar haciendo cola a la puerta del camerino. Aprendí a tomarme las cosas con calma pero, al mismo tiempo, todo aquello resultaba muy excitante”.

De su experiencia acompañando al cantante nuevamente conocido como Prince guarda el saxofonista un recuerdo agridulce: “ese tipo es un genio, pero hay cosas que no debería hacer. Resulta que uno está tocando su música pero no puede hablar ni tener el menor contacto con él. ¿Por qué?”.

De su último disco, Soul Classics, en el que interpreta a “sus clásicos” del soul y el funky junto a la WDR Big band de Colonia, mejor no hablar: “estábamos ensayando y se pusieron a tocar una cosa sin mucho sentido... pensé que estaban de broma y decidí seguirles el rollo. Pero ellos lo graban todo, incluso los ensayos. Más tarde descubrí atónito que eso aparece como el primer tema del disco... ¿por qué nadie me ha consultado antes?”.

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Una vez que concluya su gira de conciertos en nuestro país, Maceo Parker viajará hasta Japón, donde le espera un público fiel y entusiasta como pocos: “allí están encantados conmigo, pero son demasiado educados para decirlo. Se sientan, sonríen, aplauden. Si les dices que se pongan en pie y meneen el culo, les ves que casi están creando una comisión para acordar entre ellos si resulta correcto. Siempre están esperando el permiso para hacer cualquier cosa. Aparte lo cual, es un público estupendo”.

Quienes acudan esta noche a la sala Riviera van a encontrarse con “una fiesta a la que todo el mundo está invitado. Ven y olvídate del seguro del coche, la canguro y los impuestos… el mensaje del funky es ese: fun, fun, fun…”.

Ciclo Madrid Inquieta. Maceo Parker. Hoy miércoles a las 21.30. La Riviera. Virgen del Puerto, s/n. 33 euros en taquilla.

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