‘L’esclat de llum’ ilumina Castellón
Las 19 'gaiates' se encienden al unísono en un espectáculo de música, luz y pirotecnia
Este año sí pudo ser. Las 19 gaiates de la ciudad que representan los gayatos que utilizaron los antepasados en su descenso desde la Magdalena hasta la planicie de Castellón lucieron al unísono en la encesa, la única cita de las fiestas en las que todos los monumentos se iluminan al mismo tiempo en un espectáculo de música, pirotecnia y, por supuesto, luz.
El pasado año la lluvia obligó a suspender el acto, así que este se ha optado por ofrecer el espectáculo que se preparó entonces. “Hemos recuperado la encesa que no se pudo hacer y utilizaremos fragmentos de música del Circo del Sol”, explicaba José Ramón Garcés, coordinador del acto, durante el ensayo. Son apenas 14 minutos, pero los castellonenses se arremolinan en la céntrica avenida de Jaume I para coger los mejores sitios. El acto se celebró sin representación oficial del Ayuntamiento debido al luto por la muerte del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez.
Como novedad, este año, todas las gaiates han abandonado los grupos electrógenos individuales y se conectan al alumbrado público para la ocasión. Finalizado el acto, las comisiones trasladarán los monumentos a sus respectivas ubicaciones. La encesa sirve, además, para que los festeros empiecen a hacer sus quinielas para la votación en la que se elige a la ganadora.
“Los pilares a la hora de diseñar un monumento son tres: la luz, el gaiato (que lo corona) y el escudo de la ciudad. Todo lo demás es libre”, explica José Vicente Monroig, artista gaiatero que el año pasado logró el primer premio para el sector 15 (Sequiol), lo que hace que su diseño represente este año a la Gaiata de la ciutat, que se ubica frente al Ayuntamiento de Castellón.
Pese a esa libertad a la hora del diseño, sigue siendo lo barroco y lo clásico por lo que apuestan la mayoría. Monroig, de 49 años, lleva desde 1990 construyendo estas estructuras que son el centro de las fiestas. “Mis diseños son atrevidos pero siempre con elementos tradicionales como los vasos de luz y los farolets. Además, la introducción de los leeds ha traído vanguardismo porque nos permite hacer efectos de luz más espectaculares”, apunta.
Los diseños de Monroig han recibido ocho primeros premios en los últimos años. Un monumento cuesta de media unos 60.000 euros (20.000 para la electricidad), así que el reciclaje en momentos de crisis es fundamental. Las gaiates se desmontan cada año dejando prácticamente el esqueleto. El resto de elementos se pueden guardar durante años e ir utilizándolos en los venideros.
Es el caso de la Gaiata 6 (Farola-Ravalet). Vanesa Pérez es la única artista gaiatera mujer que se encarga del diseño y construcción. “Mi diseño nace de la antigua estructura que ganó el primer premio hace 11 años, he cogido la base que era una madera de muy buena calidad que he restaurado”, relata. Según explica, ha aunado lo moderno con lo clásico, consciente de que sigue siendo lo barroco lo que más gusta entre festeros.
Pero hace una crítica: “Al público creo que le gusta más ver diseños más modernos, pero dentro de las comisiones sigue primando lo clásico y es difícil salir de ahí”. Para la artista, el sistema de votación (que se realiza con la participación solo de las comisiones al modo de Eurovisión) frena la innovación. “Soy partidaria de otro tipo de votación, igual un jurado externo, es importante que abramos el debate y no soy la única que piensa así”, dice.
Será mañana, una vez que las gaiates se hayan exhibido hoy, cuando tenga lugar la votación.
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