El Ayuntamiento abrirá en verano los jardines de la quinta de Torre Arias
Encarga los trabajos de adecuación de la finca, que heredó en 2012, a una empresa privada Medio Ambiente asegura que los jardineros municipales no tienen tiempo pero CC OO lo niega
El Ayuntamiento de Madrid (PP) ha avanzado esta mañana su intención de abrir el parque de Torre Arias al público este verano. “Vamos a priorizar la apertura pero queda una gran tarea por delante” porque, a día de hoy, la instalación no cumple las condiciones mínimas de seguridad, ha reconocido el área de Medio Ambiente. Los trabajos necesarios para acondicionar el parque costarán al menos 100.000 euros. Tanto estas labores como posiblemente el cuidado diario posterior no lo harán los jardineros municipales sino que se encomendará a una empresa privada. La razón esgrimida por Medio Ambiente es que los funcionarios municipales no tienen capacidad para asumir esta carga de trabajo, pero Comisiones Obreras denuncia todo lo contrario: tras la puesta en marcha del nuevo contrato de gestión privada de parques, los jardineros municipales están infrautilizados y temen despidos por falta de trabajo.
El Ayuntamiento heredó en 2012, tras la muerte de la condesa de Torre Arias, Tatiana Pérez, una finca de 130.000 metros cuadrados en el número 551 de la calle de Alcalá, que incluía también una casa solariega del siglo XVI. El pasado mes de septiembre, señaló su intención de posponer la apertura de estos jardines al público al menos hasta 2015 porque, tras años de abandono, se encuentran en un estado lamentable.
La directora municipal de Zonas Verdes, Marta Alonso, señaló entonces que “no ofrecen garantías de seguridad” y requieren de “actuaciones previas”. Y añadió: “Su estado de conservación es muy deficiente. Hay que estudiar los elementos vegetales, retirar los muertos o irrecuperables con riesgo de caída... Hay dos viveros en muy mal estado, depósitos de agua que hay que eliminar por su peligrosidad. Todo eso, solo para que la finca fuera segura. Para alcanzar los criterios de calidad del resto de parques, haría falta un estudio histórico, plantar ejemplares, conservación, rehabilitación...”.
La finca perteneció a la condesa de Torre Arias hasta que, en 1986, se la entregó al Ayuntamiento en virtud de un convenio que la permitía explotar a cambio otros terrenos próximos. El gobierno local (entonces socialista) le permitió seguir usándola como residencia privada hasta su muerte (acaecida en 2012, a los 88 años) y la de su marido (fallecido en 2003). La propiedad estaba siendo gestionada por la fundación que lleva el nombre de la condesa, constituida en abril de 2012, y que pidió usarla para fines culturales.
El Ayuntamiento ha reconocido en efecto que estudia la posibilidad de ceder la gestión del edifico a una institución cultural o educativa a cambio de que se encargue de su mantenimiento. El pasado mes de enero, la concejal de Urbanismo, Paz González, aseguro que “la Universidad de Navarra ha manifestado al Ayuntamiento su interés de poder implantar en las instalaciones de la quinta una de sus sedes” para cursos de posgrado a cambio de la rehabilitación y cuidado del edificio. La concejal de Izquierda Unida Raquel López criticó entonces que se ceda un bien público “de todos los madrileños” a una institución “del Opus Dei”.
El Ayuntamiento ha privatizado la conservación de los parques y jardines históricos de Madrid, que corría a cargo de 290 jardineros municipales. Los funcionarios públicos no han sido despedidos, sino destinados a cuidar una zona del Retiro (40 hectáreas de un total de 118), una pequeñísima área de la Casa de Campo y los viveros (con ayuda de las empresas concesionarias).
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