La oposición en bloque rechaza la nueva ordenanza de perros de Barcelona
Todos los partidos preparan enmiendas porque consideran que las sanciones son desproporcionadas
La reforma de la ordenanza de tenencia de animales del Gobierno de Barcelona, que contempla multas de hasta 1.500 euros por llevar el perro suelto, no ha convencido a la oposición. El socio favorito de CiU, que en Barcelona es el PP de Alberto Fernández Díaz, criticó ayer que la propuesta inicial es “absurda” y pidió su retirada. Según Fernández Díaz, “es desproporcionado que el ayuntamiento pretenda multar con 1.500 euros y 3.000 euros” por llevar el perro suelto, ya que serían “sanciones superiores a las de saltarse un semáforo o un control de alcoholemia”. El líder popular propuso mantener la actual ordenanza, que prohíbe llevar el perro suelto salvo algunas excepciones y reclamó más espacios para perros en la ciudad. El PP ha presentado una enmienda para impugnar la reforma.
La propuesta del Gobierno tampoco ha convencido al PSC, el otro partido con suficientes votos como para permitir que la reforma siga adelante. La concejala del PSC Montse Sánchez avanzó que los socialistas están preparando alegaciones al documento: “Hay que ser realista. ¿Hay suficientes pipícans (espacios cerrados) para todos los perros censados en Barcelona?”, preguntó la concejala.
ICV-EUiA y ERC también preparan enmiendas a la reforma. La concejala ecosocialista, Janet Sanz, dijo que “la música del texto es positiva, porque es muy animalista” pero coincidió con el resto de formaciones en que “el tema de las multas está desproporcionado”.
La reforma de la ordenanza, que es de 2003, se tendrá que discutir antes de finales de abril, cuando se someterá a votación en el Ayuntamiento. El texto también prevé multas de hasta 750 euros por dar de comer a las palomas o por no sacar a pasear al perro cada 12 horas como mínimo.
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