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La Junta fuerza al colegio de la niña transexual a dejar el uniforme obligatorio

La menor abandonó el centro porque no se respetaba su identidad de género

La Junta mantiene el concierto con el colegio de Málaga que abandonó hace dos semanas una niña transexual porque no se admitía su identidad de género y se le daba trato de niño, pero el centro ha sido apercibido para que retire de sus normas de funcionamiento la obligatoriedad de llevar uniforme. La medida será adoptada por el colegio religioso (pertenece a una fundación del Obispado), al que se le ha advertido de que, si no procede de esta forma, se iniciarán de nuevo los trámites para la retirada del concierto educativo.

Con esta decisión se podría poner fin a varios meses de conflicto. La Consejería de Educación planteó en diciembre la retirada del concierto después de que el colegio no acatara las instrucciones de la Delegación Territorial de que la niña transexual pudiera llevar la falda del uniforme (no pantalones), usar los baños femeninos y aparecer en la documentación interna del colegio según su identidad de género.

Ayer se reunió la comisión de conciliación para determinar si ha existido algún incumplimiento en relación al concierto, que se mantiene, aunque con la exigencia al centro de que respete la libertad de uso del uniforme y “garantice al máximo” la convivencia aceptando la identidad sexual de los alumnos. El Reglamento de Organización y Funcionamiento del colegio recoge esa obligatoriedad en el atuendo pese a que se trata de un centro docente sostenido con fondos públicos. Al encuentro asistieron representantes de la Administración, de la titularidad del colegio y del Consejo Escolar.

La Delegación de Educación recordó ayer que la fiscalía contra la discriminación sexual de género archivó la investigación iniciada para determinar si había existido algún delito en el trato dispensado a la menor. La fiscal andaluza encargada de estos asuntos cerró las diligencias por orden de la Fiscalía General del Estado.

Hace apenas dos semanas, los padres de la niña optaron por cambiarla de colegio porque la situación era “insostenible” y la menor asiste ahora a clase en un centro público. La familia, además, presentó una demanda de conciliación contra el obispo de Málaga, Jesús Catalá, como paso previo a una querella por calumnias e injurias por las críticas que hizo contra la madre en un desayuno con la prensa.

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