Una fórmula novedosa que pasa la prueba
Escasas incidencias y una alta participación avalan las primarias abiertas
Las primarias abiertas son una fórmula novedosa en la política española, aunque ya son habituales en países como Francia, Italia o Estados Unidos. A juzgar por la jornada protagonizada ayer por el PSPV-PSOE, el método ha pasado la prueba, en cuanto a participación y en cuanto a normalidad. Las principales quejas atendidas por la Comisión de Garantías, que presidía el diputado autonómico Rafael Rubio, tuvieron que ver con personas que acudieron a votar y no pudieron hacerlo al no figurar en el censo. La Comisión de Garantías hizo constar esas incidencias para que se revise a qué obedecieron esos fallos. También se dio el caso de inmigrantes que pretendían votar pero lo prohíbe el reglamento aprobado por el PSOE, ya que se refiere a que los participantes en el proceso han de ser de nacionalidad española. Ninguno de estos problemas tuvo tanta envergadura como para afectar al resultado final.
Por lo que se refiere a la participación, pronto se vio que iba a ser alta. Más del 45% de los inscritos en el censo de las primarias había ejercido su voto tres horas después de abrirse los centros de votación. Un total de 26.345 militantes y simpatizantes habían ejercido el sufragio a las 13.00, según informó el secretario de Organización, Alfred Boix, a primera hora de la tarde, lo que suponía un 45,13% del total de las 66.913 personas inscritas. A las 19.00, una hora antes del cierre de las urnas, la participación se situaba entre el 63% y el 64%.
La urnas se abrieron a las 10.00 para elegir al candidato socialista a la presidencia de la Generalitat en 380 centros de voto. Hubo animación en la mayoría de las sedes socialistas a lo largo del dia. Los dos candidatos a las primarias del PSPV-PSOE votaron a primera hora en sus respectivos municipios.
El secretario general del partido, Ximo Puig, lo hizo hacia las 10.15 en Morella, mientras que Toni Gaspar votó a las 10.30 en Faura, localidad de la que es alcalde. Los 380 centros de votación habilitados a lo largo de la geografía valenciana abrieron sin incidencias graves, más allá de algún apoderado que se equivocó de municipio o alguna carpa que dio problemas para su montaje. En la sede central del PSPV-PSOE, en la valenciana calle de Blanqueries, el primer votante, de nombre Fernando, protagonizó una anécdota. No le encontraban en el censo. Tras unos momentos de estupor y al revisar de nuevo la lista, los miembros de la mesa, de Joves Socialistes, lo localizaron y pudo votar.
En la ciudad de Sueca se produjo un incidente cuando Enrique Vidal, concejal tránsfuga en el Ayuntamiento que ya no milita en el PSPV-PSOE, intentó votar alegando que se había inscrito como simpatizante. Tras comprobar que no figuraba en el censo, no se le permitió participar en las primarias, informa Josep Blay.