UGT despide a 28 trabajadores en el tercer ERE en un año y medio
El 72% de los empleados de la central ratifica el pacto sobre el expediente
La plantilla del sindicato UGT se ha reducido nada menos que a la cuarta parte del volumen que tuvo durante los años de bonanza. Si con las vacas gordas la central llegó a disponer de hasta 350 trabajadores, desde ayer estos han mermado a solo 74 empleados. La grave crisis financiera que atraviesa, al margen del descrédito sufrido el año pasado por las facturas falsas, ha abocado a la organización a presentar su tercer expediente de regulación de empleo en el último año y medio.
La central que dirige Carmen Castilla y la sección sindical regional suscribieron anteayer el acuerdo para reducir la plantilla de los 49 despidos previstos a 28, un convenio ratificado por el 72% de los trabajadores y que rebaja unos grados la tensión vivida en el sindicato durante el último año. Al relevo de dos secretarios generales y la cascada de despidos, entre ellos un trabajador al que UGT acusó de sustraer datos de su servidor, se le ha sumado un enfrentamiento con la Junta por la justificación de diversas ayudas millonarias para cursos de formación durante 2009 y 2010. Todas malas noticias. Por eso este acuerdo sindical da un respiro a la nueva cúpula elegida a principios de año.
En 2012 UGT presentó un ERE por el que despidió a 159 trabajadores y un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectó a 57 empleados. La organización ganó el primer expediente en los tribunales y el Tribunal Superior de Justicia (TSJA) tumbó el ERTE, por lo que los trabajadores volvieron a sus puestos. Ambos expedientes están recurridos ante el Tribunal Supremo por el sindicato y el comité de empresa de los trabajadores.
Después de numerosos sinsabores, la organización ensalzó ayer su satisfacción por el acuerdo, “fruto de la negociación y el diálogo, que afecta al mínimo posible de trabajadores, máximo deseo de esta comisión ejecutiva regional y de los representantes de los trabajadores”. Eso sí, a pesar de la crisis financiera de la central, la dirección cedió en las indemnizaciones y pagará a los 28 afectados por el nuevo ERE 33 días por año trabajado con un máximo de 14 mensualidades. De este modo, ha evitado aplicar la reforma laboral del Gobierno que tanto ha criticado y que usó para pagar las indemnizaciones del primer ERE con solo 20 días por año trabajado. El sindicato justificó la reducción de los puestos de trabajo en el descenso de los ingresos.
“La dirección ha tenido una actitud completamente diferente de la anterior que negoció el ERE anterior de 2012, algo que agradecemos”, destacaron fuentes de la sección sindical a Europa Press. “Ambas partes hemos sido tolerantes y estábamos por el acuerdo”, agregaron estas fuentes. El ERE podría entrar en vigor a finales de marzo, cuando los 28 trabajadores afectados dejarán de pertenecer al sindicato.
La falta de diálogo y la actitud y formas de la anterior cúpula liderada por el histórico Manuel Pastrana y su número dos y sucesor Francisco Fernández Sevilla fueron las principales quejas durante la negociación del ERE de 2012. La radical escisión entre la dirección y sus trabajadores, así como el agrio enfrentamiento posterior, fue solo el principio de una relación tormentosa que ha devenido en un descrédito entre las bases de trabajadores que ahora intenta paliar la nueva dirección.
La cifra final de despedidos está repartida entre la sede central de Sevilla y el resto de provincias. De la sede principal salen seis despedidos (cuando se preveía una docena) mientras que en la sede de Sevilla pierden su empleo 12 personas. En Almería serán despedidas dos personas, al igual que Córdoba, en Granada cuatro, y en Jaén solo se verá afectada una persona.
Estos trabajadores del ERE se integrarán en una bolsa de trabajo, con compromiso de contratación en un periodo de dos años, con la que se cubrirán las posibles necesidades de personal que en un futuro pudiera tener el sindicato.
La delicada situación económica de la organización le obligó a aplazar su participación en el programa laboral Andalucía Orienta, que comenzó el pasado martes con un retraso de varios meses. UGT no pudo afrontar su parte en el programa de la Junta por tener bloqueado el anticipo del 75% de los fondos y disponer de menos presupuesto al haberse acortado la duración del mismo.
El programa Andalucía Orienta comenzó a desarrollarse en las entidades provinciales y, el pasado 25 en las multiprovinciales, entre las que se incluyen CC OO (2,4 millones) y UGT (2,8 millones). Fuentes de UGT en Andalucía subrayaron esperanzadas que empezarán a desarrollar el programa “cuando termine el proceso de revisión de los fondos de 2011 y la Junta le adelante la partida presupuestaria correspondiente”.
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