Cairn Energy alega que el impacto de las prospecciones petrolíferas “será mínimo”

La empresa Cairn Energy se ha pronunciado por primera vez tras las masivas manifestaciones que el sábado se celebraron en Castellón y Baleares contra las prospecciones petrolíferas que proyecta en el Golfo de Valencia. La multinacional asegura que el impacto previsto en la zona será “mínimo” puesto que los sondeos sísmicos los prevé iniciar en el último trimestre del año, periodo en el que los posibles riesgos en la zona disminuirían.

“Cairn respeta todos los puntos de vista que nuestros grupos de interés tengan acerca del proyecto y su derecho a expresar sus opiniones”, indicó en un comunicado. La empresa explicó que en todas las zonas en la que opera llevan a cabo “un trabajo de consulta con las comunidades locales para comprender y conocer cuáles son sus preocupaciones y desarrollar planes que los tengan en consideración”.

En este sentido, y tras el movimiento de rechazo surgido en la Comunidad Valenciana, la multinacional apunta que está en “plena colaboración con todas las Administraciones públicas” en el proyecto de adquisición sísmica. “Como operador responsable, la seguridad y la protección del medio ambiente son nuestra principal prioridad”, añadieron en el comunicado.

Sobre los riesgos ecológicos que han puesto en pie de guerra a pescadores, ecologistas, colectivos vecinales y partidos políticos de todos los colores, la empresa explica que están trabajando con expertos medioambientes independientes para desarrollar su Estudio de Impacto Ambiental. En este estudio expusieron que, aunque existe riesgo de huida de peces, el impacto será mínimo para el sector pesquero. También reconocieron la posible afección sobre cetáceos, tortugas y otras especies.

En el comunicado, Cairn Energy alega que la época elegida para los sondeos sísmicos será “cuando los impactos sean mínimos”. El periodo para presentar alegaciones a estos sondeos finalizó el viernes pasado, coincidiendo con la masiva marcha de Castellón. En la Comunidad Valenciana se recogieron unas tres mil alegaciones (más de 40.000 en Baleares) que rebatían el informe ambiental de la empresa. La consejería de Medio Ambiente alegó incluso falta de rigor en la información aportada.