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“Sé que si esto lo saben los padres puede ser un problema”

La dirección del colegio demandado por discriminación por un profesor advirtió al docente que tendría que comunicar que era gay y que podría tener consecuencias

Manuel Planelles
El profesor despedido por supuesta discriminación, frente al colegio.
El profesor despedido por supuesta discriminación, frente al colegio.román ríos

El caso del colegio concertado Calasancio Hijas de la Divina Pastora de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), demandado por uno de sus docentes por supuesta discriminación, será analizado en los juzgados de Jerez el próximo miércoles. Es el día para el que se ha fijado el juicio por este caso de presunta vulneración de los derechos fundamentales de un profesor del centro al que a finales de 2013 no se le renovó el contrato por ser homosexual, según la versión del maestro.

En la demanda que los abogados del docente presentaron a principios de enero se sostiene que la dirección del centro, tras hacerse pública su orientación sexual, le comunicó que este hecho podría tener consecuencias. Para hacer esta afirmación la acusación se basa en la grabación de una charla entre el docente y la responsable del colegio. Esta cinta es una de las pruebas que se han presentado.

“Yo sé que si esto lo saben los padres puede ser un problema”, le apunta en esa conversación la responsable de este colegio cuando se refiere a su homosexualidad. Toda la charla se centra en la orientación sexual del maestro. La religiosa no muestra reparos a la labor que desarrolla el profesor ni rechazo hacia el docente. “Acepto tu persona por completo, te respeto por completo”, le indica. “Espero que algún día la Iglesia incluya a todo el mundo”, insiste. Pero en varias ocasiones le dice que tiene que comunicar a los encargados de la orden religiosa de la que depende el centro que es gay. “Como responsable del centro, yo esto lo tengo que dar a conocer”, le explica. “Lo tengo que comunicar. Te digo que cuando se ha separado alguien yo lo he comunicado, realmente no debería influir, de hecho no ha influido, pero no es cualquier cosa”, se escucha en la grabación. Tras indicarle cómo va a proceder, la responsable reconoce: “No te puedo decir que la cosa vaya a quedar igual (...) Lo mismo no sucede absolutamente nada, que lo dudo, que no creo que... Pero te lo tenía que decir”. La responsable también le señala que algunos padres de los chicos escolarizados en el centro pueden reaccionar mal. “Aquí hay padres que han traído a su hijo al centro porque es religioso, otros por el nivel académico o lo que sea, pero hay una parte que es por el nivel religioso y gente que es muy muy cerrada”.

El centro argumenta que su salida fue solo por motivos profesionales

La conversación se produce a finales de 2011. Y el profesor, que entró a trabajar en el colegio en 2008, continuó en su puesto hasta finales de noviembre del año pasado, cuando cumplió el contrato de relevo por jubilación parcial de otra maestra. En ese momento se abría la posibilidad de que entrara a formar parte de la plantilla de este centro concertado por la Junta en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros. Pero, según la demanda, no fue renovado por ser homosexual. Ginés Zamora, uno de los abogados del docente, afirma que la dirección del centro esperó “porque pretendía disfrazar un despido como una simple finalización de contrato”. En la demanda se sostiene “que otros profesores en idéntica situación han visto renovados sus contratos”.

Sin embargo, la dirección del centro argumentó que su salida solo respondía a criterios profesionales, en concreto, a que el profesor no disponía del título de inglés B-2.

La salida del docente desencadenó un gran revuelo entre algunos padres del colegio, que incluso han recogido firmas a favor del profesor. Ante esta situación, el centro decidió publicar un comunicado en su página web. En el escrito se responde a “las acusaciones realizadas” por la “finalización del contrato de un profesor”. Se explica que, al terminar ese contrato, “se procedió a valorar, como se hace habitualmente (...) su desarrollo profesional como docente, así como a analizar las necesidades educativo-pedagógicas actuales y futuras”. “Concluido ese proceso”, continúa el comunicado, “y respetando en todo momento la legislación vigente, la entidad ha ejercido el derecho a no renovar el contrato, al considerar que el perfil pedagógico del profesor no se ajusta al proyecto educativo actual y futuro del centro”. Ahora será la justicia la que determine si la salida del docente respondió solo a criterios profesionales, como argumenta el centro religioso, o fue porque es homosexual.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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