Coto a los carteristas de Barcelona
Los Mossos d’Esquadra han reducido en tres años de 101 a cuatro la lista de multirreincidentes
La imagen era muy habitual en el metro de Barcelona: un hombre con una chaqueta colgada en el antebrazo, a pesar de ser verano, se ponía al lado de un turista que, incauto, no se percataba. El hombre de la chaqueta deslizaba entonces la mano por debajo de la misma y, haciendo lo que se conoce como la pinza, le robaba la cartera del bolsillo al turista. Luego se bajaba del metro en la siguiente parada, sin que su víctima hubiese tenido tiempo de darse cuenta de nada. Pero eso se acabó, al menos por ahora. El comisario jefe de Barcelona de los Mossos d’Esquadra, Joan Carles Molinero, anunció ayer en rueda de prensa que tras tres años de guerra a los carteristas, la lista de hurtadores multirreincidentes se ha reducido de 101 a 4.
Ese es el resultado del intenso trabajo conjunto de la policía y la fiscalía de Barcelona para poner coto a los hurtos en la capital catalana, que son más de la mitad (52%) de los hechos delictivos que se producen en la ciudad. Los Mossos se han dedicado a realizar informes individualizados de los delincuentes, con los antecedentes penales aportados por el ministerio público y una descripción de cómo han hecho del robo su trabajo habitual, con jornadas de hasta ocho horas diarias. De esa forma, lo que podía parecer únicamente un hurto, va acompañado de un historial que permite a la fiscalía pedir la pena máxima para los detenidos.
Los Mossos se han basado en personas que trabajan solas o en grupos de dos, sobre todo en el transporte público (metro, ferrocarriles, autobuses y Renfe). Y para ello han elaborado unas listas que bautizaron como TOP. La primera, de 2010, contenía inicialmente 25 personas. Paulatinamente, a medida que avanzaban las investigaciones y se lograba detener a algunas de ellas, se elaboraba un nuevo listado. En total, los Mossos hicieron seis versiones del TOP, según contó el jefe de investigación de Barcelona, el inspector Pere Pau Guillén. La noticia es que los Mossos no han podido escribir una séptima versión. “Ha muerto esa línea de trabajo porque ya no están aquí”, afirmó Guillén.
En total, los 101 hurtadores, en su mayoría hombres de entre 20 y 40 años de multitud de nacionalidades, acumulaban más de 6.000 detenciones, 3.085 denuncias penales y más de 20.000 detenciones. El ranking lo encabezaba un hombre con más de 185 detenciones. El que menos, tenía 16. De resultas de la investigación, 81 personas ingresaron en algún momento en un centro penitenciario, 57 tienen órdenes de detención e ingreso en prisión emitidas por los juzgados o bien por orden de los Mossos, y 25 personas no han vuelto a ser identificadas en Barcelona.
Los Mossos sospechan que ahora los hurtadores se han mudado, por “agotamiento” ante la presión policial, a ciudades como París, Milán, Londres e incluso Madrid. Aunque eso no descarta que puntualmente se desplacen de nuevo a Barcelona, ante citas que supongan una oportunidad para ellos, como el congreso de telefonía móvil más importante del mundo, que se celebra la semana siguiente en Barcelona, el Mobile World Congress.
La policía catalana ha elaborado informes individuales de cada ladrón
Los hurtos se han reducido un 18,3 % en los últimos cinco años, algo que Molinero considera que es fruto de ese trabajo sostenido de la policía catalana. Aunque admitió que “no es posible” acabar con este tipo de delito. En Barcelona se siguen cometiendo robos al descuido, que Guillén atribuyó a ladrones puntuales.
Los Mossos se han valido del mismo sistema para detener a los atracadores reincidentes, personas que normalmente cometen robos con violencia en la vía pública. Se trata de jóvenes de entre 18 y 25 años, también de nacionalidades diversas, que empezaron la mayoría su vida delictiva siendo menores, cuando aún vivían en centros tutelados. Para robar a sus víctimas, se valían de la violencia verbal y la intimidación, incluso de armas blancas. “Pero nunca han usado armas de fuego”, aseguró ayer Guillén.
En este caso la lista estaba compuesta por 49 personas, que suman 910 detenciones, 484 denuncias penales y más de 4.100 identificaciones. El número uno del ranking acumulaba 88 detenciones. De estas, 41 ingresaron en alguna ocasión en un centro penitenciario de Cataluña, 19 tienen órdenes de detención e ingreso en prisión, y 21 personas no han vuelto a ser identificadas desde junio de 2013.
“No se está lanzando el mensaje de que se ha ganado la guerra a multirreincidentes”, advirtió Molinero, ante la posibilidad de que los datos presentados ayer provoquen una falsa sensación de seguridad completa a los asistentes al congreso de telefonía. Pero recalcó que de los 118.000 hurtos de 2009, el año más negro para este tipo de delitos, se ha pasado a 96.000.
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