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ANTONIO SAEZ, PRESIDENTE DE FACPYME

“Es evidente que el Consell tiene abandonado al pequeño comercio”

El presidente del comercio de Alicante lamenta la falta de consenso de la Generalitat con el sector

Antonio Saez, presidente de la Federación de Comercio  de Alicante (Facpyme)
Antonio Saez, presidente de la Federación de Comercio de Alicante (Facpyme)PEPE OLIVARES

Antonio Sáez (Minaya, Albacete, 1947) lleva toda su vida en Alicante y detrás de un mostrador. Regenta una joyería en Sant Joan d’Alacant, ha sido presidente del gremio de joyeros durante dos décadas, y ahora acaba de asumir la presidencia de Facpyme (Federación del Comercio y de la Pequeña y Media Eempresa) que representa en Alicante a 25.000 comercios y 59 asociaciones diferentes de varias poblaciones.

Pregunta. ¿Qué retos y objetivos se plantea al asumir la presidencia de Facpyme?

Respuesta. Los objetivos son muchos y los retos más. Es cierto que llego en un momento difícil para el comercio por la crisis y porque el sector es tan cambiante como las noticias, que las de hoy ya no interesan mañana. Por eso debemos hacer una reforma de nosotros mismos, cambiaremos los estatutos para que se adapten a las nuevas normas, buscamos más proximidad con los asociados, debemos dar la cara para atender las necesidades de cada asociación. Facpyme tiene en la provincia de Alicante 25.000 comercios y 59 asociaciones y ahora queremos dar cobertura a empresas singulares que no estén en ninguna asociación.

P. Pedro Reig, expresidente de Facpyme en su despedida denunció el abandono del Consell. ¿Comparte estas críticas?

R. Él se sentía desangelado por la Administración, cada uno tenemos una manera de decir las cosas, pero lo que es evidente que el Consell tiene abandonado al pequeño comercio que es clave para la economía. Los centros comerciales no aportan ni más valor ni más economía ni más empleo, pero ellos nos venden las cosas como quieren.

P. Una de las medidas que ustedes rechazan es la liberalización de horarios comerciales.

R. Por muchas horas que abras no vas a vender más, solo trasladamos el dinero de un sitito a otro. El pequeño comercio familiar no puede hacer frente a abrir las 24 horas diarias ni los 365 días al año, tenemos una competencia desleal. Al consumidor, cuantas más facilidades le des, mejor. Pero yo le preguntaría muchas veces: ¿si él tuviera que estar detrás mostrador qué le parecería?

P. ¿La liberalización es tan mala para el sector?

R. El pequeño comercio puede abrir cuando quiera pero no es rentable. No se puede abrir un domingo para ver pasear a la gente y que no compren. El turismo y los grandes centros han transformado el ocio de la gente que tiene derecho a salir. Si antes hacían deporte o iban al campo ahora van a los centros comerciales pero eso no significa que consumas más, porque no vas a gastar más de lo que ganas. El dinero cambia de sitio pero nada más, se reparte entre más tiendas pero eso no se significa que se consuma más. El pequeño y mediano empresario es el que genera empleo y saca el país adelante, pero al final si aumenta la presión fiscal nos hunden a todos, y el Gobierno debe saber que no por muchos más impuestos saldremos antes de la crisis. Si la gente tiene dinero se lo gasta, pero si recaudas antes de que se lo gasten no consumen, que es lo que está pasando. Y al final hay más ricos que son más ricos y pobres que cada vez son más pobres. Y el comercio tradicional es el corazón de una ciudad.

P. ¿Pero qué es lo que ha hecho mal la Generalitat?

R. Lo mejor es que no haga nada, que nos dejen a nosotros, porque cada vez que hacen algo meten la pata. Antes había un consenso y se negociaban las cosas, ahora ni se discuten horarios ni los domingos de apertura. Y ese consenso se ha perdido desde hace casi dos años, porque cada político tiene un sistema de trabajar y cree que los que está haciendo es bueno, pero el tiempo pone a cada uno en su lugar, al comerciante y al político, y veremos quién tiene razón. Con la declaración de zonas turísticas, que permiten abrir al comercio los festivos, no se puede dejar a los alcaldes que hagan lo que les dé la gana, y cada uno traza la zona que quiere pero Alicante no es tan grande para marcar un cinturón exclusivo para el centro.

P. En Alicante durante unos años se abrieron muchos centros comerciales, algunos de ellos ya han cerrado. ¿Qué piensa de ello?

R. Los grandes centros entre ellos se devoran poco a poco, el pequeño comercio resiste más y en una crisis aguanta. El que tiene una tienda muere con su comercio, y como no quiere morir luchará por subsistir, algo que no hacen las grandes cadenas que cuando ya han hecho dinero y luego las cosas van mal cogen los beneficios y se marchan.

P. ¿Cuántos comercios se ha llevado la crisis por delante?

R. No hay estadísticas pero han cerrado muchos, acumulamos 40 meses consecutivos de descenso de ventas y algunos establecimientos hacen un 60% menos de lo que vendían. Esto no se aguanta, y además hay que luchar contra la competencia desleal y el poco crédito que dan los bancos está matando a la gallina de los huevos de oro.

P. La implantación de IKEA en Rabassa y el centro comercial ¿qué consecuencias tendrá para el pequeño comercio de Alicante?

R. Es preocupante porque Ikea viene acompañada un nuevo centro comercial. Yo me pregunto ¿por qué no se pone Ikea es su país? Aquí en la Comunidad Valenciana hay demasiada oferta comercial, y este proyecto es innecesario porque el mercado se satura, y el Alicante el turista no se dedica a comprar todo el día.

P. ¿Qué piensa del modelo turístico de Alicante?

R. Que se puede mejorar muchísimo, ahora vienen los rusos que compran mucho, pero no hay un modelo definido. Debemos ofrecer más cosas al turista y Alicante turísticamente tiene que renovarse

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