El Roto anticipa el apocalipsis
El CAC Málaga acoge la primera exposición individual del dibujante Andrés Rábago en un museo
Tras casi 50 años dibujando y sacudiendo conciencias casi a diario, Andrés Rábago El Roto (Madrid, 1947) asegura no poder cuantificar el número de viñetas que han enriquecido los periódicos o revistas que lo han acogido en sus páginas. Primero como Ops y después como El Roto, este “cronista de una época” como él mismo se define, es una cita ineludible con el café de la mañana para aquellos que puedan soportar a tan temprana hora la profundidad de sus textos y el impacto de sus ilustraciones.
Una sensación que apabulla cuando se recorren las 271 viñetas que componen Apocalipsis. Viñetas del libro del debe y del haber, la primera exposición individual de Rábago bajo su perfil de El Roto en un museo y que hasta el próximo 18 de mayo se puede visitar en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga).
La muestra reúne las viñetas que desde 2005 y hasta el pasado año ha publicado Rábago en EL PAÍS, ilustraciones que a menudo copan los primeros puestos entre las preferencias de los lectores del diario en su versión digital. Este “dibujante satírico”, que no chistógrafo ni humorista, paseaba la mañana del viernes entre su obra complacido y no dudó en inmortalizar el montaje de la exposición en las amplias salas del antiguo mercado de mayoristas. “Han pintado hasta el suelo, parece que inauguro la sala”, bromeaba.
La muestra reúne 271 dibujos de gran formato de Viñetas del libro del debe y del haber
Una muestra que se articula en cuatro temas —violencia, economía, ciencia y ecología— y que se presenta como si de tableros de ajedrez se tratasen, agrupando 64 viñetas en cada parte —el número de casillas de un tablero— a las que separa una ilustración de la figura del caballo.
“Han conseguido dar espectacularidad a la presentación. Está muy bien montada. El espacio es espléndido y concuerda con la cantidad de obra acumulada. Las reproducciones en gran formato funcionan muy bien y consiguen un aspecto visual muy potente”, comenta Rábago, quien sabedor de la impresión que causan sus ilustraciones bromeaba recomendando al visitante “tomar un descanso en el bar del centro” entre tanda y tanda.
Algo necesario cuando uno se enfrenta a dibujos que le dejan petrificado, rumiando su intencionalidad. “No busco castigar a los malvados, ni siquiera molestar, solo arrojar claridad y luz al mundo en el que nos movemos”, apunta Rábago, a quien el comisario de la muestra, Fernando Francés define así: “En un momento en que entendemos que el arte es sobre todo pensamiento, concepto, no existe en España un solo artista tan sumamente independiente, distante y tan comprometido como El Roto”.
“Soy un mero amanuense del sentir de gran parte de la sociedad, esa que ve representada en la viñeta del periódico su pensar. Mi trabajo es darle forma a algo que está ahí, pero que todavía no ha cristalizado. Creo que, al ver mis trabajos, el lector se siente acompañado”, reflexiona a continuación El Roto.
Y es que sus viñetas son consideradas mejores y más efectivas que muchos de los sesudos editoriales que publican los periódicos. “Que me llamen intelectual comprometido me lo tomo como una definición, no como una descalificación, pero no me atengo a lo que puedan pensar de mí. Soy un dibujante satírico en prensa, que es una profesión de largo recorrido, y lo que procuro es elevar ese espacio de la viñeta en el periódico a una calidad plástica grande y a un pensamiento intenso, algo que creo que se había perdido. Eso es lo que creo que he podido aportar a la sátira”, señala el Premio Nacional de Ilustración en 2012, quien huye del cliché del artista bohemio o descentrado y afirma seguir una rutina a la hora de afrontar cada día una página en blanco.
“Soy muy, muy ordenado. No tengo nada de artista bohemio. Sigo unos ritmos de trabajo muy constantes. Pinto por la mañana en el estudio de mi casa, que es cuando tiene mejor luz. El dibujo lo hago a partir del mediodía. Antes, a primera hora de la mañana, leo la prensa para tomar las notas de lo que me interesa, lo dejo reposar y después me pongo a pintar. Pero es por la tarde cuando retomo los asuntos que me han interesado y los desarrollo. Y suelo hacer un dibujo diario, a veces dos, porque los fines de semana procuro descansar”, revela El Roto, quien hace una encendida defensa de la prensa clásica, en papel, frente a Internet: “Mi apuesta es y será siempre por el papel. Leer en papel crea estructura en la mente, una mejor comprensión de las cosas, mientras que Internet es un fluido que aboca a un pensamiento desestructurado”, sentencia.
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