Brooklyn está en el sur

1. El Parque de las Tetas. Tiene vistas de otro Madrid. Se ve la ciudad, pero desde otro lado. Desde el humilde, desde Vallecas. He tenido la suerte de asomarme a la metrópoli en terrazas y hoteles de la llamada zona noble, pero no me ha interesado. No me sentía cómodo (Cerro del Tío Pío. Calle de Benjamín Palencia, 2).

2. Matadero y alrededores. Tengo una visión súper cool del sitio. Somos muchos los hijos de inmigrantes que vivimos por aquí y creo que se convertirá en el nuevo Brooklyn. Ojalá hagan una escuela de cine, de fotografía, de danza y construyan un Madrid nuevo, no el casposo que querían vender hace poco con los juegos olímpicos (Paseo de la Chopera, 14).

3. La Tabacalera. Me gusta muchísimo que haya un espacio en el centro abierto a la creatividad y llevado por las personas, no por las instituciones. Pero creo que debe de ser más ambicioso. Buscar lo creativo, no lo recreativo. Que no sirva solo para pasar el fin de semana fumando porros y bebiendo litros (Embajadores, 51).

4. Copas por Carabanchel Alto. Últimamente parece que todo tiene que ser ir al centro y vestir la misma ropa. La zona de Carabanchel está muy bien. Puedes tomarte algo sin que te miren cómo vas, con una buena charla y con una atmósfera de conciencia social. Y las copas están baratas.

5. Cine Doré. Me encanta su fachada, sus butacas viejas, el precio de las entradas, encontrarme con algún compañero y con estudiantes de cine. Y me gusta muchísimo recordarlo como el lugar donde he visto películas clásicas que me han hecho amar la profesión (Santa Isabel, 3).

6. Calle de Argumosa. La calle y la plaza de Lavapiés, excepto cuando la policía hace redadas en busca de indocumentados. Siempre me he preguntado qué es un indocumentado. Si lo que buscan son papeles, allí tienen un montón: el del senegalés llegado a Madrid, el de un tendero indio o el de una pareja de lesbianas que acaban de conocerse. Los bares de Argumosa son los mejores.

7. Taberna Agrado y Microteatro por Dinero. Me gusta comer a un buen precio, rico y con gente de buena vibración. Tomar algo y después ir al teatro: muy buen plan. Aunque ya lleve unos años funcionando, me sigue pareciendo que el microteatro es una gran idea (Calle de Ballesta, 1, y Loreto Prado y Enrique Chicote, 9).

8. Museo de la Radio. Aquí he pasado diferentes etapas de mi vida. Parece que no cambia, pero lo único que no lo hacen son las radios. Lo otro se ha ido acoplando a los tiempos. Me gusta los jueves, los viernes y los domingos, aunque también he pasado algún martes o miércoles oscuro. Me encantan la dueña y los hijos (Santa Ana, 8).

9. Estadio Vicente Calderón. Es un símbolo para el barrio, el recuerdo de cuando era niño y jugábamos en los campos de alrededor. Es algo que a la gente de aquí nos enorgullece. Me encanta que esté ubicado en el sur. Hay algo místico en la distancia que lo separa del Bernabéu. Sería una pena que se lo llevaran. Me encanta el recorte que hace en la M-30, que permite ver un trozo de las gradas si pasas en coche (Paseo de la Virgen del Puerto, 67)

10. Los Cines. Todos. Los Renoir, los Golem, los Verdi (aunque no tenga una buena combinación para ir), el Pequeño Cine Estudio… Sufro mucho cada vez que cierran uno.