Escapando de las expectativas

El nuevo trabajo de Refree, el alias artístico de Raül Fernández (Barcelona, 1976), se titula Nova creu alta, aunque nada tiene que ver con el estadio del Sabadell, y poco con sus últimos álbumes, en los que planteaba un sonido acústico y mediterráneo que bien podría ser una puesta al día del de Serrat en los 70. Nova creu alta es duro y eléctrico: “Lo fui haciendo sin planteármelo mucho. No sabía siquiera si sería un disco de Refree”, cuenta Fernández: “Simplemente estaba grabando cosas que me divertían, más eléctricas o incluso frikis, si lo quieres llamar así. Me apetecía experimentar, porque venía de una época, tanto con lo mío como de producciones, muy acústica y orquestal. El disco de Kiko Veneno me despertó a nivel eléctrico”.

Los discos de Refree se mueven aún por el underground, pero sus producciones de los últimos años están paseando su nombre por las ligas mayores. Hablamos de Sensación térmica, de Kiko Veneno, o el 11 de noviembre de Silvia Pérez Cruz, dos sorprendentes álbumes con su sello, solicitado cuando un artista pretende dar un giro a su carrera (ahora espera fecha de salida el que ha grabado con Christina Rosenvinge).

“Eso tiene un punto de responsabilidad que va más allá de ser productor”, reconoce Refree: “Cuando Kiko, Christina o Els Pets me piden hacer algo nuevo yo pienso: ‘¿No podemos hacer un disco chulo y ya está?’. Pero cuando lo hago tampoco pienso en cambiar nada, no es mi papel, pienso en llevar al artista a donde quiere ir, lo más lejos posible. Y con alguien como Kiko llegas muy lejos, porque tiene unas ganas de romper tremendas a sus 60 años”.

Con Pérez Cruz ultima ahora un álbum a dúo que probablemente también desconcertará a muchos: “Hace mucho que tocamos juntos, y teníamos ganas de grabar lo que solemos hacer en directo, con guitarra y voz. Es un disco muy extremo y crudo, mucha parte con guitarra eléctrica bastante explosiva. Es poco amable, aunque a mí me encanta”.

También es crudo y a ratos poco amable Nova creu alta, en el sonido y en las letras desencantadas. Aunque aún no se ha decidido a hacer el disco literalmente político que le ronda la cabeza (musicar discursos de líderes políticos, actuales y del siglo XX), el disco que presenta hoy Refree en El Sol describe, de manera oblicua, las consecuencias actuales del desastre: “No era mi intención hacer un disco político, pero hay cosas de las que no puedes escapar”, explica Fernández: “La canción La festa, por ejemplo, habla de una cena con mis amigos de siempre. La mitad de ellos estaban sin trabajo o en ERE. Nuestros padres tenían una vida que iba creciendo y nosotros no tenemos nada seguro”.

Nova creu alta ha sido editado por el sello del festival Primavera Sound y, hasta ahora, sólo se ha fabricado en vinilo: “Pensamos que el formato de CD nos daba pereza, pero creo que nos equivocamos”, señala Raül Fernández: “Yo entraba en tiendas de discos en Barcelona y lo primero que me decían es ‘¿cuándo sale el CD? La gente lo pregunta’. El CD aún es el formato que más se vende, y nosotros hemos ido un poco de esnobs, aunque ahora se van a fabricar compactos”.

En el futuro, a Refree le gustaría encontrar a un productor para sus propios discos (“Tiene que ser alguien con quien conecte mucho y que me quiera llevar a un sitio que yo no me espero”, dice), pero por ahora continuará ejerciendo ese papel para otros. Incluidos inesperados músicos novatos como su osteópata, de 57 años, que, bajo el nombre de Altisent, publicó en 2013 un bonito álbum de canción de autor clásica que ha tenido muy buena acogida en Cataluña.

“Yo siempre he tenido muchas dolencias de espalda, por las horas que paso con los instrumentos. Estuve yendo a un osteópata y un día me dijo que me había visto en el periódico y que tenía unas canciones”, recuerda Fernández: “No sabía cómo escapar, pero quedamos para escucharlas y pensé: ‘hostia, tienen mucha personalidad’. Es un disco que parece haber estado enterrado en un jardín durante 30 años”.