Entrenando con el diablo

1. Cines Ideal. Me quedan muy cerca de casa, programan películas buenas que van desde lo comercial hasta alguna de autor y todo es en versión original, que para mí es obligatorio en el cine (Doctor Cortezo, 6).

2. El Camoati. Así es como designan a unas avispas en Argentina. En este local cocinan la carne al estilo argentino. Voy mucho porque está todo delicioso y siempre me tratan con mucho cariño (Alfonso VI, 3).

3. El Retiro. Siempre que puedo voy a correr por aquí. Tengo un circuito muy rodado que empieza en el Ángel Caído. Esta impresionante estatua, que representa a Lucifer expulsado de los cielos, es de Ricardo Bellver, que la realizó a finales del siglo XIX.

4. Teatro del Barrio. En este espacio he tenido uno de los momentos más bonitos como espectador viendo Non solum, de Sergi López. Es un lugar muy especial, un rincón donde reunirse. Aparece en una calle con muchos comercios y que a primera vista no tienen nada que ver con la industria del entretenimiento; está fuera de los circuitos más convencionales, en el barrio de Lavapiés. Creo que se necesitan este tipo de espacios que diversifican la creatividad (Zurita, 20).

5. La Tournée. Al lado del teatro de La Latina está este lugar que vale para todo: comer algo, compartir un café o una copa. Se puede charlar sin estruendo y su decoración es muy especial (plaza de la Cebada, 2).

6. La Central. Conocía esta librería en Barcelona, así que cuando abrieron su sede en Callao me pareció fenomenal. Dan ganas de gastarte todo tu dinero en libros. Por otro lado, la intervención en esa casa palacio ha sido muy cuidadosa con la estructura original del edificio. En resumen, es brutal. El Bistró, en la planta baja, invita a pasar horas con un café, mientras que El Garito, en el sótano, da unos cócteles muy buenos (Postigo de San Martín, 8).

7. Fratelli d’Italia. Ahora parece que las pizzerías take away llevan con nosotros toda la vida, pero hubo un tiempo en el que no existían. Esta fue de las pioneras. Las pizzas son caseras, hechas con cariño, muchos ingredientes y toneladas de queso. Son de las mejores que he probado nunca (plaza de Lavapiés, 1).

8. Cafetería del Teatro Español. Este escenario es maravilloso. No solo las dos salas, con una gran programación, sino también por extenderse a otros lugares de la ciudad con las Naves de Matadero. El Español ha contagiado el teatro a Madrid. La platea me gusta, pero su cafetería me deleita. Siempre hay amigos, gente del mundillo y apasionados de los escenarios (calle del Príncipe, 25).

9. Casa Julio. Muchos lo conocen como el bar de los U2 porque en una ocasión, cuando el grupo daba un concierto en Madrid, pasaron por aquí y echaron la tarde. Es un lugar emocional; uno de los primeros sitios donde paraba cuando llegué aquí. Lo sabe casi todo el mundo, pero hay que decirlo: las croquetas son increíbles (Madera, 37).

10. The Mad Cafe. Cada cierto tiempo, uno necesita un descanso. Mi sitio para ello: esta hamburguesería por la Cava Alta. Los platos están riquísimos y además tienen Estrella Galicia de barril, que para mí representa el summum. También una edición especial, más tostada y más fuerte. Cuando necesito liberarme y relajarme, voy allí y salgo rodando (Cava Alta, 13).