Espadaler apuesta ahora por los 130 km/h

Hace un año se negaba, pero ahora la Generalitat sí está dispuesta a subir el límite de velocidad en las carreteras catalanas hasta los 130 kilómetros por hora, como pretende el Gobierno central. Al menos será así en algunos tramos, según explicó ayer en el Parlamento el consejero de Interior, Ramon Espadaler, quien anunció que el Servicio Catalán de Tráfico busca en qué tramos de autovías y autopistas se aplicará ese nuevo umbral que permitirá la nueva Ley de Seguridad Vial que promueve el Gobierno central.

Espadaler se acerca así a las premisas de su predecesor en el cargo, Felip Puig, que también abogaba por elevar la velocidad máxima en las carreteras catalanas. Pero el actual consejero de Interior aseguró que no todas las vías —tampoco lo permitirá la legislación española— de alta capacidad serán susceptibles de elevar el actual límite de 120 km/h. Los tramos en los que se apliquen tendrán que tener un índice de baja siniestralidad, deberán ser trazados largos y rectos y tener implantado un sistema de velocidad variable, que permite adaptar los límites de velocidad en función de condicionantes como el tráfico, la meteorología y la contaminación atmosférica.

Son, de hecho, los mismos condicionantes que incluirá la Ley de Seguridad Vial para el conjunto de las carreteras dentro de territorio español. Y unos requisitos que limitarán bastante su imposición por el coste de implantar esos modelos de gestión del tráfico. Actualmente los sistemas de velocidad variables, impulsados en tiempos del Gobierno Tripartito y bien valorados entre los conductores, únicamente existen en las principales vías de acceso a la ciudad de Barcelona, justo donde se registran los máximos niveles de contaminación atmosférica, por los que la Unión Europea amenaza con una sanción.

Si hace un año Espadaler se negaba a asumir la propuesta del Gobierno central amparándose en la situación de crisis económica y de la antigüedad del parque automovilístico, que tiene una media de más de diez años, ayer asumió que ese incremento es una voluntad de los ciudadanos. Según la Encuesta de Seguridad Pública de Cataluña, un 65,7% son favorables a un alza de la velocidad. El director de la Fundación Racc, Miquel Nadal, se mostró partidario de elevar el límite de velocidad “de forma selectiva” para tramos que cumplan unas condiciones muy determinadas.

Espadaler también apostó por bajar los límites en otras carreteras secundarias, si bien no concretó en cuáles.