La asociación contra la adicción al juego ve “peligroso” BCN World
La patronal del juego reclama las mismas condiciones legales del proyecto de Tarragona Port Aventura cree que el complejo de casinos consolidará la oferta de “turismo familiar y de calidad”
BCN World es “muy peligroso”. Con esa claridad se manifestó ayer Francesc Perendreu, el presidente de la Asociación Catalana de Adicciones Sociales (Acencas) en la última de las tres sesiones que la comisión de economía del Parlament ha efectuado para conocer las diferentes sensibilidades que generan los cambios legales que han de permitir el desarrollo del complejo de hoteles, tiendas de lujo y los controvertidos casinos. Perendreu subrayó “los costes sociales” que tiene el juego y puso en duda diversos elementos vinculados al proyecto de la Costa Dorada, “de los que estamos radicalmente en contra”.
El principal, que se abra la puerta al juego a crédito, un modelo que actualmente solo existe en los casinos estadounidenses y asiáticos. “Te elimina cualquier capacidad de control”, criticó Perendreu, que cuestionó los argumentos utilizados por los defensores de ese modelo, dirigido especialmente a grandes jugadores que no pueden mover capitales desde sus países de origen. “¿Quién decide a quién se le da el crédito?”, cuestionó el representante de la asociación de lucha contra la ludopatía para defenderse ante quienes avalan la seguridad de las apuestas a crédito.
La asociación también cuestiona que los menores puedan tener acceso a las salas de juego, aunque no puedan jugar y, sobre todo, Perendreu puso el acento en la posibilidad de que BCN World asuma el mismo carácter que los resorts del juego de Las Vegas, Macao o Hong Kong. “Ese modelo es muy agresivo”, dijo, en referencia a la velocidad de las apuestas y la cuantía de estas. El representante de Acencas no quiso posicionarse sobre la rebaja del tributo sobre el juego, que pasará del 55% al 10%, pero sí demandó la creación de una fundación pagada por la patronal del juego que sirva para promover campañas de prevención y tratamientos a personas con problemas de ludopatía. Tomó como referencia el modelo anglosajón y dio a entender que sería la forma de reiniciar las campañas de prevención contra el juego en Cataluña, ahora desconocidas.
La exposición de Perendreu fue el contrapunto a la patronal de juego, Patrojoc. La asociación empresarial cree que BCN World puede ser un fuerte competidor, pero también un catalizador para la industria del juego en Cataluña. Su promesa de inversiones ha permitido que el Gobierno de CiU haya abierto la puerta a modificaciones legales inimaginables hace cinco años: la rebaja del tributo del juego y la apuesta a crédito, pero quieren competir en igualdad de condiciones. “Sin agravios comparativos”, como afirmó Francesc Xavier Franch, el presidente de la organización.
“No pedimos el juego a crédito, pero sí que se aplique a todos si se permite en BCN World”, dijo, de la misma forma que reclamó el mismo trato fiscal y que el control de entrada al recinto de juego sea el mismo que ahora se aplica. Y otra cosa: que las nuevas condiciones se apliquen no cuando se abra el primer casino de BCN World, sino cuando se publique la modificación de la Ley de Centros Recreativos Turísticos.
Antes que Franch ofreció su opinión Fernando Aldecoa, el director general de Port Aventura, uno de los socios del proyecto que impulsa Veremonte. Su discurso fue más átono, defendiendo el proyecto, pero sin entrar en materia polémica. “Máximo apoyo a los nuevos inversores que deciden instalarse siempre y cuando garanticen el modelo de turismo impulsado por Port Aventura”, dijo. Quien no acudió ayer a la comisión fue Gabriel Escarré, consejero delegado del grupo hotelero Meliá, otro de los inversores que ya se ha comprometido a invertir en el macrocomplejo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.