Castedo apela a la salubridad y revienta la huelga de la basura
El resultado del referéndum sobre si continúa la huelga se conocerá el mediodía del domingo
Sensaciones contradictorias cundían este sábado entre los trabajadores del servicio de limpieza de Alicante mientras votaban si continuar la huelga que ya cumple siete días. No ha convencido a todos la propuesta de acuerdo presentada por el comité de huelga que negocia con la concesionaria UTE Alicante, pero más molestó conocer que el Ayuntamiento contrató a una empresa para recoger los residuos en varios puntos de una ciudad con más de 1.300 toneladas en sus calles.
La alcaldesa Sonia Castedo no pudo esperarse al mediodía del domingo, cuando se conocerá si continúa la huelga. El Departamento de Sanidad municipal decretó en la noche del viernes la falta de salubridad y de movilidad en 15 puntos de la ciudad. Además unas 3.000 personas venidas de fuera de la ciudad han invadido el centro picando y bebiendo en bares y terrazas, actividad no exenta de recibir una buena dosis de hedor putrefacto dependiendo de la dirección del viento. “El Ayuntamiento ha dado un golpe en la mesa”, según fuentes municipales: una ciudad que se precia de ser turística no se puede permitir estas escenas en el centro.
La empresa Gambín, contratada para la labor, se encargará “únicamente” de transportar los residuos cercanos a centros de salud, por ejemplo, a las islas de contenedores habilitados por la concejalía de Atención Urbana; según fuentes municipales, nunca al vertedero.
Un propuesta para tres años
El referéndum para saber si continúa la huelga de limpieza comenzó ayer a las seis de la tarde y acabará hoy a mediodía. El comité de huelga presentó ante sus trabajadores el preacuerdo firmado con el gerente de UTE Alicante en la mañana de ayer. Pese a que el comité dijo que a la propuesta todavía le faltan flecos de negociación, habló a favor de acabar con la huelga. La propuesta quedó en lo siguiente: tres años de congelación de sueldo (incluido 2013); 40 días de baja al año por enfermedad común, con posibilidad de sumar 20 más si se completa un año sin faltas en el trabajo; la antigüedad, mientras dure el convenio, se contabilizará desde enero y no por año real; y los días libres por vacaciones y acumulaciones de jornada pasan de 43 a 39; y se asegura que no habrá despidos objetivos, entre varios puntos. No todos quedaron contentos, cierto desánimo recorría las conversaciones de los corrillos y algunos recordaban que ya se habían reducido el convenio un 20%.
Gabriel Echávarri secretario general de los socialistas alicantinos ha advertido de que “no se puede vulnerar el derecho a la huelga de los trabajadores y exige conocer cuáles son los riesgos para la salud de los vecinos y qué zonas son las que consideran insalubres”.
El portavoz municipal de Esquerra Unida, Miguel Pavón, ha comparado a la alcaldesa Sonia Castedo con la de Madrid, Ana Botella, por “simplemente intentar reventar la huelga” con otra empresa diferente a la que habitualmente realiza el servicio. Pavón ha acusado a Castedo de haberse primero desentendido de las negociaciones entre empresas y sindicatos, reuniones que duraron ocho infructuosos meses para alcanzar un nuevo convenio laboral y que desembocaron el pasado 2 de enero en una huelga indefinida.
“Al Ayuntamiento solo le ha interesado cuánta basura se recoge, nunca en qué condiciones. Le hemos tenido siempre en contra”, ha portestado el miembro del comité de empresa, Miguel Montesinos (CGT). “Han concentrado todos los servicios mínimos en el centro dejando de lado puntos hospitalarios y ahora salen con estas”, ha lamentado el sindicalista. El sindicato ha anunciado que estudiará tomar medidas legales.
Tanto sindicatos como partidos de la oposición han denunciado que precisamente los residuos retirados por Gambín están siendo vertidos en descampados cercanos al Parque Lo Morant, enclavado entre los barrios humildes de Virgen del Remedio y Virgen del Carmen. “¿Por qué salubridad se preocupan?”, dijo un huelguista, “desde luego no de la de los barrios donde están volcando”.
Los empleados han acudido en la tarde del sábado a las puertas de UTE Alicante, la concesionaria del servicio, para escuchar la última propuesta de la negociación, presentada por un abogado ajeno a la mercantil. Aunque al final ha sido una última oferta del comité a la empresa lo que se ha presentado.
UTE Alicante no dejó que sus trabajadores discutieran dentro del recinto, salvaguardado por una veintena de policías nacionales y media docena de locales. Hoy a las 12.00 se conocerá la decisión de los 513 huelguistas.
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