El Supremo archiva la denuncia contra Tomás Gómez por el tranvía de Parla

Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños y exalcade de Parla, no estuvo presente en los plenos donde se tomaron las decisiones sobre el tranvía de la localidad, que supusieron un sobrecoste de 36 millones, un 20% del importe inicial. Por este motivo, el Tribunal Supremo ha archivado la denuncia que interpuso el grupo municipal popular, donde acusaban a Gómez de prevaricación, malversación de fondos públicos y fraude. En el primero de los plenos donde se aprobó una de las modificaciones, Gómez, que entonces era alcalde, se ausentó por motivos “justificados” —el auto no aclara cuáles— y fue sustituido por José María Fraile, actual regidor. En los otros dos, Gómez, ya no gobernaba el municipio.

Los populares también acusaban al líder socialista de un supuesto “pufo” de 42 millones, importe que ya había pagado el Ayuntamiento y que no se descontó en el plan de pago acordado en 2013. La sala de lo penal del tribunal no entra a analizar si se produjeron los delitos denunciados o no.

La diputada del PSM de la Asamblea de Madrid Amparo Valcarce ha exigido la dimisión del consejero de Presidencia y Justicia de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, porque puso una denuncia "sabiendo que era falsa". Desde el Partido Popular de Parla, destacan la “cobardía” de Gómez, al descargar la responsabilidad de lo ocurrido con el tranvía en su sucesor, José María Fraile.

En la denuncia archivada, el PP sostiene que en la primera sesión plenaria (22 de diciembre de 2006) se acordaron modificaciones en las obras, adjudicadas en 2004 por 93 millones, que supusieron casi 18 millones más para la empresa concesionaria, Tranvía de Parla. El PP sostiene que los proyectos se aprobaron “a dedo”. Los cambios afectaban a una carretera, una estación de tren, un proyecto de agua reciclada y la remodelación de la calle Real.

El PP prosigue su denuncia indicando que, dos años y medio después, en el pleno de 26 de junio de 2009, se adjudican obras cuyo importe “excede el 20% de la obra principal”. Los populares advierten de que “todas estas ilegalidades las plasma la intervención municipal en su informe”.

El año pasado, en la Junta de Gobierno de 26 de julio de 2013, el Ayuntamiento aprobó una revisión en el calendario de pagos al tranvía, elevándo el importe a casi 256 millones hasta 2037; lo que implica que el coste de los intereses a pagar es casi tan alto como el de la construcción.

El tranvía de esta localidad del sur madrileño se ha enfrentado a múltiples problemas desde que Gómez propuso su construcción en 1999, al llegar a la alcaldía. El Consorcio de Transportes se negó a financiarlo, por considerar que no era un medio de transporte interurbano. Se inauguró en 2007 con nueve meses de retraso y un sobrecoste del 40%.

En 2011, la multinacional Alstom, encargada del mantenmiento, exigió a la Tranvía de Parla que le abonase los 6,5 millones que le debía desde 2008. El Ayuntamiento, a su vez, tenía una deuda con la concesionaria de 48 millones. La pescadilla que se muerde la cola. En noviembre de ese año el tranvía dejó de circular y el alcalde, José María Fraile, se encerró durante casi 27 horas en la sede del Gobierno regional, en la Puerta del Sol. Así logró que la Comunidad ampliara la subvención al servicio y que el tren volviera a funcionar.