Suspendida la búsqueda del padre y su hija arrastrados al mar en Meirás
Las corrientes marinas devolvieron a la playa de A Frouxeira a uno de los tres desaparecidos
Salvamento Marítimo retomará mañana las labores de búsqueda de dos de las tres personas de la misma familia desaparecidas el pasado lunes por un golpe de mar en el faro de Meirás. A las nueve de la mañana, despegaba desde el aeródromo de Alvedro el 'Helimer 209' para reanudar la búsqueda de Juan Carlos Bedoya López y su hija Patricia, de 25 años, en la costa de Valdoviño. Salvamento Marítimo, desde su base en A Coruña, también ha movilizado hoy a la Salvamar 'Shaula', que zarpó desde el puerto de Cariño para el rastreo marítimo por la línea de costa que va desde punta Frouxeira, donde desaparecieron la tarde de Reyes cuando una gran ola se los tragó en los acantilados del faro de Meirás, hasta Punta Candieira (Cedeira). El mar de fondo y el potente oleaje del martes lo habían impedido y acotó la búsqueda que únicamente fue posible por tierra y aire. Aunque Meteogalicia mantiene para hoy la alerta naranja (riesgo medio), las condiciones meteorológicas han mejorado sensiblemente y el 'Helimer 209' de Sasemar se irá turnando con el 'Cuco' de la Guardia Civil.
Por tierra, han participado docenas de efectivos de Protección Civil en la zona que peinan las larguísimas playas y los recortados acantilados que forman una línea de unos doce kilómetros de costa de Valdoviño a Cedeira, en el norte, siguiendo el movimiento de las corrientes acuáticas. Un repentino golpe de mar se llevó a cuatro personas de una misma familia cuando caía la noche de Reyes sobre el faro de Meirás, el acantilado en el que se habían reunido para velar a un familiar fallecido semanas atrás en el lugar en habían arrojado sus cenizas. La ola se tragó a Juan Carlos Bedoya, a su hija Patricia y a su cuñado Rodrigo Pena. Sólo una hija de éste, Noelia, de 35 años, a la que también alcanzó la ola, pudo zafarse de la resaca del mar y sobrevivió agarrada a las rocas con cortes y policontusiones que la llevaron hasta el hospital ferrolano que abandonó unas horas más tarde.
El cadáver de su padre, Rodrigo Pena Rodríguez, fue hallado el martes de madrugada sobre el arenal de A Frouxeira donde lo depositaron las corrientes pocas horas después del suceso. Casado, padre de cuatro hijos -dos chicos y dos chicas- y abuelo de dos nietos, Rodrigo tenía 67 años y estaba jubilado de su antiguo empleo como distribuidor de vinos en la comarca.
El Ayuntamiento de Valdoviño, que el martes decretó dos días de luto oficial por la desaparición de tres de sus vecinos, luce las banderas a media asta. Juan Carlos y Patricia, padre e hija, vivían en O Canto do Muro, en la parroquia de San Vicente de Meirás. Eran conocidos por el negocio familiar, la carnicería Casa Félix, y la chica, había empezado a trabajar en un centro comercial de Ferrol el pasado noviembre.
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