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La semana por delante

El ciclo de Lubitsch es una de las mejores propuestas para la Navidad.

Margaret Sullavan y James Stewart en El Bazar de las sorpresas.
Margaret Sullavan y James Stewart en El Bazar de las sorpresas.

cine

Lubitsch, siempre Lubitsch

Uno se levanta el 26, tras los dos días que componen el primer asalto a la fiestas navideñas, y necesita desengrasar. Lógico. Pues contra el abortagamiento familiar y gastronómico el mejor remedio es Ernst Lubitsch, maestro de la ironía, genio del cine, padre artístico de Billy Wilder, rey de la insinuación y la elipsis, el director al que el cine Estudio Círculo de Bellas Artes está dedicando un ciclo estos días. Y el 26, del tirón, pueden verse Angel, El diablo dijo no y El bazar de las sorpresas, título mítico con James Stewart sobre un amor inesperado entre los dos dependientes de una tienda de regalos. Es lo que se dice un planazo.—GREGORIO BELINCHÓN

arte

Belleza de los viejos mensajes

En los tiempos de los mensajes instantáneos, es difícil imaginar otra forma de comunicación que no sea un mail o un whatsApp. Los buzones de correos guardan poco más que correspondencia bancaria y publicidad de restaurantes asiáticos. Pero todo tiene un origen y en el caso de las notificaciones laborales o personales hay que remontarse a los billetes (las notas dobladas que se enviaban en mano), las postales o las cartas abiertas que en muchas ocasiones constituyen todo un género literario. Lázaro Galdiano, coleccionista de tantas cosas, también atesoró correspondencia. Propia y de otros. La Fundación que lleva su nombre exhibe hasta el 27 de enero la exposición Correspondencia sin privacidad: billetes, tarjetas postales y epístolas literarias en la colección Lázaro con un centenar de piezas que componen un curioso recorrido sobre lo que fue la correspondencia (abierta, no privada) durante los siglos XIX y XX.

Juan Antonio Yeves ha organizado la exposición con la intención de descubrir al público formas poco conocidas de comunicación entre emisor y destinatario, averiguar cómo circulaban los mensajes, analizar los servicios de correos públicos o particulares, y valorar su significado cultural a lo largo de los dos últimos siglos.—ÁNGELES GARCÍA

pop

Coplas para las masas

Hace tres o cuatro años, eran una de esas bandas que aparecían de forma incansable en la parte inferior de los carteles de casi todos los festivales, arrinconados en los escenarios más ingratos y a las horas menos concurridas. Aun así, siempre respondía un público animoso y cada vez más amplio, que siempre vio en la mezcla de Fuel Fandango, a medio camino entre la electrónica y la tradición folclórica andaluza, una propuesta apta para todos los públicos y para cualquier hora.

danza

El Peter Pan de Ananda

La compañía valenciana Ananda Dansa trae a los Teatros del Canal y hasta el 5 de enero su versión de Peter Pan, con dirección de Edison Valls y Rosángeles Valls, coreografía de Toni Aparisi y música de Pep Llopis. La agrupación, una de las más longevas y estables de España (en 2011 cumplieron 30 años), se ha especializado en exitosos montajes infantiles; lo que en principio surgió como un ejercicio de supervivencia se ha convertido en un depurado estilo del teatro de danza para el segmento familiar que les ha merecido reconocimientos y premios. Este Peter Pan, que se estrenó en 2002, se separa de los convencionalismos y va directamente a la obra literaria original. Aparisi, además de redactar la coreografía, encarna a Garfio. El papel de Peter Pan recae en Ana Luján. —ROGER SALAS

pop

coplas para las masas

Con el tiempo, los galones que han ganado les permiten ocupar escenarios más grandes. El sábado presentarán en La Riviera su trabajo Trece lunas, hábil amalgama de flamenco, copla, electrónica y otros géneros aparentemente lejanos a la tradición española como el funk. —JUANJO ABAD

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