La dirección del PSdeG intenta sin éxito desactivar la crisis de Ourense

El PSdeG ourensano sigue enredado en sí mismo. Una reunión celebrada ayer en la sede gallega del partido sirvió para enrocar aún más las posturas de los bandos enfrentados en el Ayuntamiento de la tercera ciudad de Galicia. Al encuentro estaban llamados el alcalde, Agustín Fernández; la secretaria local, Carmen Rodríguez (ambos afines al exalcalde Francisco Rodríguez) y el secretario provincial, Raúl Fernández, próximo al anterior líder del PSdeG, Pachi Vázquez. No estaba convocado aunque también acudió Antonio Rodríguez Penín, el concejal destituido fulminantemente por el alcalde “por pérdida de confianza”. Sin embargo, no entró al encuentro por orden de la dirección. El sector pachista sigue reclamando la restitución de Penín como condición innegociable para acercar posturas. Si no es repescado, algunos ediles amenazan con dejar la corporación. Tras la reunión, desde el entorno del regidor aseguran que el castigo a Penín “no tiene marcha atrás” y que estos encuentros servirán para “determinar el alcance de los expedientes abiertos a los cinco ediles” tras su abandono de un pleno municipal para no votar una propuesta del alcalde.

 A pesar de que se quería cerrar el asunto ayer, ante el infructuoso resultado fuentes de la dirección del PSdeG explican que han quedado emplazados a “una nueva reunión para lograr el acuerdo más beneficioso para ambas partes y para el partido” ya que se trató de “una toma de contacto”. Todavía no hay fecha para el segundo asalto. Tras inhibirse apelando a la “autonomía local", el secretario general del PSdeG se vio forzado a intervenir, tal como le pedía también la dirección federal. José Ramón Gómez Besteiro había delegado inicialmente la resolución de la grave crisis en la ejecutiva local.

La secretaria de Organización, Pilar Cancela, ordenó que no trascendiese lo abordado ayer. Días antes ya había abroncado a los socialistas ourensanos por el impacto público del espectáculo, así que el pasado miércoles le ordenó no hacer declaraciones públicas. La reprimenda no caló. Tras varios comunicados y amenazas cruzadas, incluida una del alcalde invitando a “irse” a los ediles que no le obedeciesen, la ejecutiva provincial reclamó el viernes a Agustín Fernández “responsabilidad” para “aunar” a los 11 concejales ante la "gravedad de la situación". “¿Va a salir ganador de esta crisis?”, preguntaron los periodistas al regidor horas antes. “Sin lugar a dudas”, respondió.

La pelea tiene su origen en la concesión de una compatibilidad para docencia a un funcionario que es amigo del edil destituido. El grupo de concejales herederos del exalcalde Rodríguez votó en contra de esa compatibilidad basándose a un informe negativo de la Concejalía de Personal. Los pachistas, tras firmar un documento defendiendo al funcionario, decidieron abandonar el pleno municipal. Justifican su ausencia explicando que incurrirían en un delito al haber firmado un informe de apoyo al funcionario que fue incorporado al expediente administrativo de la compatibilidad.

Pero el origen de la crisis es anterior y el levantamiento ha servido para escenificar públicamente los insultos y zancadillas que se intercambian en privado. Desde la dimisión del exalcalde por su arresto en la Operación Pokémon, ambos grupos se distanciaron hasta posiciones irreconciliables. Rodríguez abandonó la alcaldía en septiembre de 2012 arropado por una asamblea de militantes en la que denunció públicamente “la miseria, la deslealtad y la traición” de algunos compañeros. Ninguno de los ediles pachistas acudió al acto. En las elecciones generales de 2011, también fue muy sonoro el enfrentamiento por los puestos en las listas al Congreso de los Diputados