Cinco ediles del PSOE se van del pleno de Ourense enfrentados con su alcalde
La solicitud de un asesor jurídico del Ayuntamiento para compatibilizar su empleo con la docencia universitaria provoca la enésima crisis en el gobierno socialista de la ciudad
La solicitud de un asesor jurídico municipal para compatibilizar su empleo con la docencia universitaria ha provocado la enésima crisis en el Gobierno de Ourense, formado por 11 ediles socialistas divididos en dos grupos enfrentados: los afines al exalcalde Francisco Rodríguez, entre los que se encuentra el actual regidor, y los próximos al exsecretario general del PSdeG Pachi Vázquez. El funcionario Javier García Gago, próximo a Vázquez y miembro de la CIG, solicitó una compatibilidad laboral que debe ser tratada en pleno. Ante la negativa de concesión manifestada por el gobierno local, los cinco concejales pachistas rompieron la disciplina de grupo y abandonaron el salón de plenos. Los ediles próximos al exalcalde defienden el rechazo de esa compatibilidad basándose en un informe firmado por un funcionario de la Concejalía de Personal.
El actual alcalde también abandonó lo sesión a los pocos minutos de comenzar. Agustín Fernández, que gobierna en minoría, fue recusado a petición del funcionario por "enemistad manifiesta" con los votos a favor de PP, BNG y Democracia Ourensana. El PP, a través de su portavoz Rosendo Fernández, acusó al gobierno local de "perturbar" la democracia, ya que, tras la recusación del regidor, el debate estuvo presidido por la teniente de alcalde, Marga Martín, imputada por presunta malversación y estafa en la investigación judicial sobre la gestión del servicio municipal de ayuda a domicilio.
El enfrentamiento es tan mayúsculo que dos concejalas socialistas del sector favorable al exalcalde Francisco Rodríguez (Marga Martín y Áurea Soto) denunciaron por lo penal al funcionario en julio, causa que no fue admitida a trámite. Al mismo tiempo, los concejales pachistas firmaron un escrito de apoyo defendiendo al funcionario. La división del gobierno ourensano, latente desde que el PSdeG-PSOE recuperó la alcaldía en 2007, se intensificó tras la crisis ocasionada por la detención de Francisco Rodríguez en la Operación Pokemon y la ruptura del gobierno en coalición con el BNG.
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