Escollos económicos y escándalos de corrupción

Es difícil recordar una semana sin su correspondiente escándalo desde que Alberto Fabra asumió la presidencia de la Generalitat en julio de 2011. Las que quedan para cerrar el año van a estar centradas en la cuestión económica. El presidente necesita intentar cerrar el presupuesto con un déficit lo más aproximado al objetivo del 1,6% del PIB fijado por el Ministerio de Hacienda; aprobar los presupuestos de la Generalitat para 2014 sin que la oposición aproveche para clavarle un nuevo rejón al Consell y, sobre todo, salir indemne de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera convocada por el ministro Cristóbal Montoro antes de fin de año. Una reunión importante porque servirá para comprobar si Fabra ha logrado algún avance en su exigencia de que se reforme el sistema de financiación autonómica y que se apliquen las nuevas condiciones con carácter retroactivo a 1 de enero de 2014.

Pero si diciembre está cargado de quebraderos de cabeza económicos, enero —que suele ser el mes donde la caja de la Generalitat obtiene un respiro— estará marcado por la corrupción. El desfile de cargos amenaza con añadir más plomo a las alas del Gobierno valenciano. Tras la festividad de Reyes está previsto que se inicie el juicio oral contra el exconsejero y exportavoz del PP Rafael Blasco y otras ocho personas por tráfico de influencias, falsedad, prevaricación, malversación y fraude en la gestión de las ayudas a la cooperación internacional. El juicio está previsto que se alargue, dada la gran cantidad de testimonios solicitados, hasta mediados de marzo.

El 17 de enero también está prevista la comparecencia, en condición de testigo, del presidente de las Cortes en el caso Bárcenas que se instruye en la Audiencia Nacional, donde su sobrino y responsable del Grupo Sedesa, Vicente, figura como imputado. Unas citas judiciales a las que podría añadirse la apertura de juicio oral en la pieza del caso Gürtel sobre las adjudicaciones a Orange Market de los pabellones para la Feria Internacional de Turismo (Fitur). Todo ello amenaza con complicar, aún más si cabe, el funcionamiento del Grupo Popular en las Cortes, que ya desairó a Fabra con la recogida de firmas a favor del indulto del exalcalde de Torrevieja Pedro Hernández Mateo. Y con aumentar la inestabilidad del presidente.

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J. F., Valencia