Imputada otra ‘mosso’ por pedir fotos del ‘caso Raval’ a una vecina

La juez que investiga el caso Raval ha imputado a otra agente femenina de los Mossos d'Esquadra que, presuntamente, consintió que una vecina borrase imágenes de la reducción de Juan Andrés Benítez. La imputación por un delito de coacciones y otro de obstrucción a la justicia llega después de la declaración judicial de la testigo, Caroline C. La mujer, de nacionalidad francesa, admitió el martes que borró las fotografías que había tomado del suceso por la "presencia policial" y porque no era acorde a su ética.

La identificación de esta agente -es el décimo mosso imputado por la muerte de Benítez- llegó a raíz de las declaraciones de un compañero que actuó la noche del 5 de octubre en la calle de Aurora del Raval, donde ocurrieron los hechos. El agente relató a Asuntos Internos (y, más tarde, al juez) que vio cómo una compañera (de la que no dio el número de identificación, pero sí nombre y primer apellido) "entraba a un piso". Al verla, relató, le preguntó qué pasaba y ella contestó que "habían lanzado algo desde un piso". El policía, siempre según su declaración, la vio después hablando con una mujer "normal" -que no parecía, aseveró, "la típica persona que arroja objetos por el balcón"- y se fue sin más.

Caroline C. explicó a la magistrada Eva Moltó que, tras el suceso, una agente femenina se presentó en su piso y le preguntó si había tomado imágenes. Sin que la agente se lo pidiera directamente, la mujer decidió borrar las imágenes. En ningún momento la agente trató de disuadirla de que las eliminase, añadió. La juez considera que esa conducta puede constituir un delito de coacciones (por intimidar, presuntamente, a una testigo) y de obstrucción a la justicia, por facilitar que se destruyan posibles pruebas de un delito.

El auto añade que "la declaración testifical" de la mujer hace "indispensable" la declaración de la agente para "dilucidar si por parte de la misma se llevaron a cabo actos" ilícitos.