El salto celta de los Waterboys
El grupo recuerda hoy ‘Fisherman's blues’, el disco que introdujo el folk irlandés en el rock
Pasado el ecuador de los 80, cuando los ecos de modernidad de la Nueva Ola daban señales de cansancio, algunos grupos de rock comenzaron a echar la vista hacia las raíces. Algunos, como U2, buscaron esos orígenes en EE UU; otros, como The Pogues o los escoceses Waterboys y su Fisherman's blues (1988), el disco que centra su concierto de hoy, miraron más cerca, a la música tradicional de las islas, dándole un fuerte empujón de popularidad y respetabilidad rockera al folk irlandés. “Era más bien folk escocés”, puntualiza Mike Scott (Edimburgo, 1958), cantante y líder de los Waterboys: “Aunque el irlandés y el escocés son lo mismo en esencia y se han influido mutuamente”.
La jugada era arriesgada, pues los Waterboys ya se habían hecho un nombre con el rock épico de singles como The whole of the moon o The big music, tema que serviría de etiqueta a su ambicioso sonido: “El cambio no vino porque estuviera cansado de ese sonido, sino porque lo había llevado al límite, a su conclusión”, explica Scott. “Necesitaba hacer algo diferente, mi atención comenzó a derivar hacia música más antigua, más simple, de raíces. Así que seguí esa intuición, como cualquier artista. Si hubiera seguido haciendo algo que ya daba por acabado hubiera sido una dejación de mis funciones”.
Por el camino, Scott aceptó la invitación del violinista del grupo, el irlandés Steve Wickham (hoy todavía parte de los Waterboys), para pasar unos días en Dublín... y se quedó allí a vivir: “Encontré un universo paralelo en el que la gente tenía otra conciencia, había todo un mundo subterráneo muy sociable y lleno de magia”. Y la proverbial musicalidad de los irlandeses. “Es algo totalmente cierto: la música tiene un papel diferente en la cultura irlandesa. Si en el Reino Unido dices que quieres ser músico, te responden que cuándo vas a encontrar un trabajo serio, pero en Irlanda te respetarán”.
“Nadie dice que U2 tengan influencias de los Waterboys, pero yo veo que sí”
Hay que aclarar que aunque la gira de los Waterboys lleve el nombre de Fisherman's blues, no se van a limitar a tocar ese álbum (y sí, también sonará The whole of the moon). “Nos centramos en la época previa al disco. Fue un periodo muy creativo, la música del grupo estaba explotando en diferentes direcciones y además había una química muy bonita entre nosotros”, cuenta el cantante. “Ahora acabamos de editar una caja de seis CD con todas las sesiones de Fisherman's blues, algo que me hace muy feliz pues cuenta la historia completa, más allá de las 10 canciones que incluimos en el álbum. Así que esta parecía una buena oportunidad para hacer una gira con antiguos miembros como [el multitinstrumentista] Anthony [Thislethwaite], y Trevor [Hutchinson, bajista]”.
Tras el éxito de Fisherman's blues y del siguiente disco (Room to roam, 1990), los Waterboys perdieron el rumbo en los 90, con la deserción de algunos de sus miembros (la lista de músicos que han formado parte de la banda supera a la plantilla de un equipo de fútbol) y con el vocalista publicando álbumes bajo su nombre.
En el nuevo siglo recuperó al grupo y su último disco hasta la fecha es An appointment with Mr. Yeats (201), en el que Scott musica poemas del irlandés W. B. Yeats, algo que hizo por primera vez en Fisherman's blues con The stolen child: “Ha sido un proyecto precioso. Cuando ves muchos de sus poemas en las páginas de un libro te das cuenta de que podrían ser letras de canciones, tienen rima y ritmo”.
Aunque a estas alturas ya no sorprenda, el folk-rock celta de Fisherman's blues conserva su gozosa intensidad, cualidad que ha hecho que los Waterboys sean citados como influencia por grupos posteriores como los estadounidenses Decemberists, cuyo cantante ha escrito las notas de la caja de aniversario del disco. “Estas cosas son muy relativas. Sé que Colin [Meloy] es muy fan, pero cuando escucho a los Decemberists no oigo nada de los Waterboys”, señala Scott: “También me cuentan que grupos como Arcade Fire están influenciados por nosotros, pero yo no lo veo. Sin embargo, nadie dice que U2 tengan influencias de los Waterboys, pero yo veo que sí, que hay ciertas cosas. Así que quién sabe”.
Viviendo en Irlanda, un país que se independizó del Reino Unido, y procedente de otro que va a decidir si sigue el mismo camino, es inevitable preguntarle a Mike Scott por el referéndum escocés de 2014, cuestión que esquiva sin mojarse: “No tengo un punto de vista claro sobre el tema, pero es que de todas formas yo no puedo votar, porque no resido en Escocia. Es muy frustrante”.
The Waterboys actúan a las 21 horas en La Riviera (Paseo Bajo Virgen del Puerto, s/n). Entradas: 38 euros en venta anticipada.
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