El número de matrimonios vuelve a crecer tras 3 años de descenso

El número de matrimonios aumentó un 3,1% en Cataluña en 2012, con lo que se ha roto una tendencia de descenso de enlaces matrimoniales que se había iniciado en 2009, mientras sigue el declive de las bodas católicas, aumentan las de otras religiones y bajan las bodas homosexuales. Según datos difundidos hoy por el Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), el año pasado se registraron 26.630 matrimonios en Cataluña, un 3,1 % más que en 2011, de los que un 79,8 % fueron civiles, mientras que las bodas por la iglesia católica disminuyeron un 6,5 %, y los enlaces entre personas del mismo sexo también cayeron un 4,3 %.

La edad media al primer matrimonio sigue aumentado y lo hace en mayor medida en el caso de las mujeres, que se casan en promedio a los 32,1 años, mientras que los hombres contraen matrimonio en Cataluña a los 33,3 años de media. El retraso superior de las mujeres al casarse ha supuesto que la diferencia de edad entre los contrayentes ha disminuido y ha pasado de 2 años en 2002 a 1,1 años en 2012. Del total de 25.722 matrimonios celebrados entre personas de diferente sexo en 2012, el 79,8 % fueron matrimonios exclusivamente civiles, el 19,4 % fueron celebrados por el rito católico y menos del 1 % se oficiaron por otras religiones.

Respecto al año 2011, los matrimonios exclusivamente civiles han aumentado un 6 %, mientras que los matrimonios católicos han disminuido un 6,5 % y los matrimonios celebrados por otras religiones han experimentado un incremento del 16,8 %. Los matrimonios entre personas del mismo sexo representan el 3,4% del total, es decir, 908 bodas. En el año 2012 se casaron en Cataluña 26.754 hombres y 26.506 mujeres, y del conjunto de matrimonios registrados, 25.722 corresponden a parejas de diferente sexo y 908 a parejas del mismo sexo.

Respecto al año anterior, los matrimonios de personas de diferente sexo aumentaron un 3,4 % y los de personas del mismo sexo disminuyeron un 4,3 %. Las bodas entre dos hombres fueron más frecuentes que las celebrados entre dos mujeres, 56, 8% y 43,2 %, respectivamente, aunque el peso de los matrimonios entre mujeres ha aumentado en 10 puntos desde 2005, año de la legalización de los matrimonios homosexuales. Según el Idescat, en 2012 el 71,5 % de los matrimonios de diferente sexo celebrados fueron entre personas solteras y el 28,5 % se oficiaron en segundas y posteriores nupcias, resultado de un proceso anterior de divorcio o viudedad. Entre estos matrimonios destaca que los viudos se casan más que las viudas y los divorciados más que las divorciadas.

Los matrimonios con uno o ambos cónyuges extranjeros se redujeron por tercer año consecutivo, de forma que en el 76 % de los matrimonios de personas de diferente sexo los dos cónyuges eran de nacionalidad española, en el 19 % de los matrimonios uno de los cónyuges era extranjero y en el 5 % ambos eran foráneos. Los matrimonios en que el hombre es español y la mujer es extranjera (3.160) duplican a aquellos en los que la mujer es española y el marido es extranjero (1.696).

Por tercer año consecutivo se ha reducido el número de matrimonios de ambos cónyuges extranjeros o mixtos, con decrecimientos del 10 % cada uno de ellos, mientras que los matrimonios con los dos cónyuges de nacionalidad española han aumentado un 8,4 %. Los meses de calor, excepto agosto, concentran el 56 % de las celebraciones matrimoniales. Entre mayo y septiembre se celebraron el 56 % de los matrimonios, y los meses de junio (15 %), septiembre (14 %) y julio (13 %) fueron los de máxima frecuencia. Según el Idescat, el comportamiento de la nupcialidad en 2012 en Cataluña fue bastante homogéneo en el territorio.

Respecto al año 2011, en 26 comarcas aumentó el número de matrimonios, en 14 disminuyó y en una fue exactamente el mismo. El Alt Urgell (4,1 por mil), el Solsonès (4,0) y el Bages (3,9) son las comarcas que registraron los valores más elevados de la tasa de nupcialidad, seguidos con una tasa de 3,8 del Maresme, Garraf, Alt Penedès, Vallès Oriental y el Priorat. Las tasas de nupcialidad más bajas se localizaron en la Alta Ribagorça (1,9 por mil), Terra Alta (2,0), Conca de Barberà y la Ribera d'Ebre, estas dos últimas con una tasa del 2,5.