Un cumpleaños melancólico
El Romea celebra sus 150 años con una treintena de artistas y un enorme pastel en un ambiente de final de etapa y relevo en la dirección
El teatro Romea se inauguró el 18 de noviembre de 1863. Tal día como ayer, pues, tocaba celebrar la efeméride. Julio Manrique, su actual director artístico, decidió festejar los 150 años de este emblemático teatro del Raval barcelonés, que gestiona la empresa Focus desde 1999, como se ha hecho siempre: con un pastel y un montón de amigos. Una treintena de actores y directores, encabezados por Mario Gas, subieron al escenario en fila india y paso solemne, cruzaron el telón rojo que lo cubría en parte y, una vez al otro lado, leyeron fragmentos de textos teatrales, aforismos y reflexiones varias sobre el oficio y su significado, todo muy significativo, si se leía el acto, titulado Pensem un desigy dirigido por Manrique, como el último que monta en esta sala como director artístico. Y es que el nombre de Borja Sitjà, su homólogo en La Villarroel, sala que también gestiona Focus, se baraja, según diversas fuentes, como el de su sucesor en el cargo.
Las palabras de Bertolt Brecht que leyó Gas (“el teatro debe imponerse al público y no al revés; el arte debe estar por encima de todo… porque si no tendremos que hablar de comercio y no de teatro”) marcaron la pauta de una celebración tan reivindicativa con la función del teatro, como melancólica. Tras Gas, Montserrat Carulla, Àngels Bassas, Ivan Benet, Jordi Boixaderas, Pep Cruz, Pablo Derqui, Maife Gil, Joel Joan, Lluís Marco, Laia Marull, Òscar Muñoz, Pol López y Maria Rodríguez, Victòria Pagès, Joan Pera, Josep Mª Pou, Mingo Ràfols, Marc Rodríguez, Boris Ruiz, Carme Sansa, David Selvas, Jacob Torres, Emma Vilarasau y Lluís Villanueva recitaron, leyeron e incluso cantaron a Shakespeare, Chéjov, Oscar Wilde, Harold Pinter, Molière, Guimerà, Sagarra, Calderón, Valle-Inclán, Lorca, Peter Brook, Zorrilla, Koltès o el recientemente fallecido Chéreau, entre otros.
Borja Sitjà se baraja como sucesor de Manrique en el cargo de director artístico
Y tras lo que parecía toda una despedida en forma de declaración de principios, un enorme pastel de tres pisos, más de boda que de cumpleaños, con una vela que valía por 150. Llegaba así la hora del baile por parejas, un lento de lo más triste; suerte de la pareja más extraña de todas, la compuesta por Joel Joan y Boris Ruiz, que consiguió romper la atmósfera y provocar un montón de carcajadas.
Carles Canut, director de la Fundació Romea, dio paso a los parlamentos institucionales. Daniel Martínez, presidente del Grupo Focus, tuvo palabras correctísimas, políticamente hablando, de reconocimiento y agradecimiento, chuleta en mano. Destacó el consejero de la Generalitat, Ferran Mascarell por sus tablas, su soltura y su optimismo: “la Cataluña teatral de 1863 no era mejor que la de ahora: esta es mucho más sólida gracias al talento, la creatividad y la capacidad emprendedora de los catalanes; estamos en el mejor momento”.
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