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Condenan a siete años de prisión al violador de la Tomatina

El hombre agredió y amenazó de muerte a una joven de 19 años en 2012 Los hechos se produjeron en una zona apartada del municipio de Buñol

Joaquín Gil

El shock llegó a las 8.30 horas. María hacía tiempo para La Tomatina, una guerra despiadada de tomatazos que atrae cada año a 40.000 visitantes a Buñol (Valencia). Un desconocido aprovechó el desconcierto para violarla. La chica tenía 19 años. La Sección Tercera de la Audiencia de Valencia informó ayer de la condena a siete años de prisión al único acusado de la agresión sexual. El procesado no podrá acercarse a 300 metros de la chica y deberá indemnizarla con 30.000 euros. El violador permanecía en prisión desde septiembre de 2012.

María, que es un nombre ficticio, acudió a Buñol con sus amigos el 29 de agosto de 2012. Una marea humana aguardaba eufórica el inicio de la fiesta. La joven se desplazó del grupo. Y se sentó a llorar en una acera junto a un polideportivo al descubrir que estaba sola. Un hombre natural de Larache (Marruecos) se acercó a consolarla. Y le ofreció ayuda para encontrar un taxi.

El desconocido insistió en que encontraría un coche en la zona conocida como Paseo Fluvial. Tras la insistencia, la chica siguió a su agresor hasta ese punto de la localidad apartado. Allí se produjo la violación. "Si no quieres que te mate, bájate los pantalones", amenazó el hombre, que llegó a penetrar a la joven tras empujarla, según la sentencia.

Alertados por la brutal secuencia, unos jóvenes disuadieron al condenado de continuar la agresión. El hombre se dio a la fuga. La chica fue trasladada a un centro de salud de Buñol.

Durante el juicio, el condenado negó la agresión. Insistió en que ni forzó a la chica ni la amenazó de muerte. El fallo, sin embargo, señala que resulta "claro" que el hombre conocía que la joven no quería mantener relaciones sexuales.

La Audiencia de Valencia desestimó por falta de pruebas la solicitud de la defensa del atenuante de embriaguez. El acusado alegó que había consumido alcohol y drogas dos días antes. La sala señala que el acusado "utilizó la violencia para satisfacer su apetito sexual con la clara oposición de la perjudicada".

El shock agravó los trastornos adaptativos y la depresión que padecía la víctima desde 2009, según la sentencia. La resolución de la Audiencia de Valencia divulgada ayer admite recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

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Sobre la firma

Joaquín Gil
Periodista de la sección de Investigación. Licenciado en Periodismo por el CEU y máster de EL PAÍS por la Universidad Autónoma de Madrid. Tiene dos décadas de experiencia en prensa, radio y televisión. Escribe desde 2011 en EL PAÍS, donde pasó por la sección de España y ha participado en investigaciones internacionales.

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