PP y CiU critican los insultos a Rato en el Parlamento catalán

Los insultos que escuchó el lunes el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, en la comisión que investiga el derrumbe de las cajas catalanas y si han vulnerado derechos de los consumidores, por parte de diputados de ICV, ERC y sobre todo de la CUP, suscitaron ayer las críticas del presidente del Congreso, Jesús Posada, y del líder de CiU en la cámara, Josep Antoni Duran Lleida, así como de diversos sectores del PP.

Duran acusó a David Fernández (CUP) de romper la presunción de inocencia de Rato con sus “insultos”. Consideró que le fallaron las formas después de que, con una sandalia en la mano, le llamara “gánster”. Por su parte, Jesús Posada afirmó que no le gustó el trato recibido por Rato. “Fue una intervención amenazadora y con unos términos inadmisibles. Me dejó mal sabor de boca”, manifestó.

La presidenta de la comisión de investigación de las cajas es la veterana diputada popular Dolors Montserrat, quien también se mostró muy enfadada con lo que calificó de espectáculo “indignante”. “Ayer se pasaron tres pueblos, no hay manera de evitarlo”. El reglamento de la Cámara no prevé sanciones, pero permite retirar la palabra al tercer aviso, aunque en algunas salas la técnica no es posible pues el micro lo activan y desactivan los propios diputados.

En las sesiones del pasado julio de esa comisión el diputado David Fernández leyó la definición de la palabra “ladrón” a varios comparecientes de antiguas cúpulas directivas de la antigua Caixa Catalunya y les llamó por ese sustantivo. Siempre al final de su intervención, a veces fuera de tiempo, pero lo cierto es que lo escucharon, entre otros, los expresidentes de la entidad Narcís Serra y Adolf Todó.

El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, también se sumó a las críticas y calificó de “patético y deplorable” el trato que algunos “energúmenos” dieron a Rato en el Parlamento catalán. En el mismo sentido, el presidente del BBVA, Francisco González, calificó de “lamentable y sobre todo triste” lo ocurrido.

Fernández no fue el único en utilizar duros calificativos el lunes contra Rato. El diputado de ICV Josep Vendrell le acusó de pertenecer a la “élite carroñera”, y el de Esquerra Republicana, Pere Aragonès, le preguntó: “¿Es consciente de que sus huellas dactilares están en la trama del crimen de la crisis y que debería estar en la cárcel?”.

La intervención de la CUP es siempre la penúltima (la última es la de CiU) tras sesiones de horas y horas en las que la inmensa mayoría de los comparecientes han negado tener responsabilidad en la gestión de unas entidades que han acabado nacionalizadas. Eso pese a haber cobrado sueldos y pensiones de cientos de miles de euros. Una gestión que grupos parlamentarios como la propia CUP, ICV, ERC o Ciutadans se encargan de recordar que es la causante del sufrimiento de los miles de ciudadanos que compraron preferentes o hipotecas que luego no pudieron pagar.

El momento más duro durante la comparecencia de Rato se produjo cuando el diputado Fernández blandió su sandalia y le preguntó a Rato: “¿Tiene miedo?”. “¿A quién, a usted?”, respondió. “No, a perderlo todo como lo han perdido miles de familias de España”. Y se despidió: “Nos vemos en el infierno, su infierno es nuestra esperanza. Hasta luego, gánster. Fuera la mafia”.