De la Torre propone sustituir el tranvía de la línea norte por un autobús

La Consejería de Fomento ha pedido celeridad al Ayuntamiento de Málaga para cerrar el trazado de la línea norte del metro pero se ha topado con que el alcalde, Francisco de la Torre (PP), prefiere ahora que un autobús, y no un tranvía, una el centro de la ciudad con las inmediaciones del Hospital Civil. Así lo ha expuesto el regidor a los representantes de la Junta y de la sociedad concesionaria en una reunión sobre la obra, la primera que se celebra después de que la consejera Elena Cortés anunciara que la apertura de los primeros tramos del suburbano se pospone sin fecha hasta que haya un acuerdo global sobre todo el recorrido.

A la espera de las concreciones técnicas sobre lo que el regidor ha denominado “metro-bus”, el planteamiento municipal consistiría en introducir en la futura estación Guadalmedina, en las inmediaciones de El Corte Inglés, una plataforma de autobuses que uniría esta zona con el norte, en dirección al centro hospitalario. El cambio de medio de transporte se resolvería bajo tierra, con un andén común. Sobre el recorrido, Francisco de la Torre se ha inclinado por la calle Eugenio Gross, no por la plaza Bailén y la avenida Barcelona, cuestión que también hay que resolver.

“Hemos notado estos días un rechazo, si no del 100%, sí relativamente fuerte a la solución del tranvía”, argumenta De la Torre, quien tampoco ha descartado la posibilidad del metro ligero siempre que haya consenso con los vecinos. “Hasta ahora no tengo esa sensación”, insiste. El alcalde ha tildado su alternativa de “interesante” y la ha defendido porque así se crearía “una forma de conexión” entre el futuro metro y la empresa municipal de autobuses (EMT). En su opinión, el precio del billete sería “mínimo” y “muy inferior” al del tranvía.

Hemos notado un rechazo, si no del 100%, sí relativamente fuerte a la solución del tranvía

Francisco de la Torre

Fomento anunció el lunes que la puesta en servicio de los primeros tramos del metro de Málaga se pospone hasta que el Ayuntamiento decida la ruta exacta que debe seguir el suburbano hacia el norte de la ciudad, en la prolongación de la línea 2. La consejería justificó esta decisión en la necesidad de contar con un acuerdo global que dé garantías de viabilidad tanto a la sociedad concesionaria como al Banco Europeo de Inversiones (BEI), que aun debe liberar una partida de 46 millones de euros para financiar la obra. La definición de esta línea es necesaria para que el metro alcance los 22 millones de viajeros al año.

La consejera Cortés reclamó al alcalde que cumpla cuanto antes el acuerdo alcanzado el pasado 27 de septiembre con la presidenta andaluza, Susana Díaz. Ese día se resolvió la incógnita sobre cómo llegará el suburbano al centro. Será soterrado, como quería el Ayuntamiento (llegará hasta mitad de la Alameda), y se pactó impulsar un tranvía hacia el norte, cuestión que ahora se atasca.