La directora de RTVV acusa al Consell de mentir

La todavía directora general de RTVV, Rosa Vidal, no se anduvo por las ramas a la hora de replicar al comunicado del Consell en la que se la responsabilizaba poco menos que de acabar con la radio televisión autonómica. “Quienes me señalan a mi están faltando a la verdad”, afirmó. En un lenguaje muy medido, no en vano es abogada el Estado, Vidal desmintió punto por punto la nota oficial en la que se decía que una de las causas de que el ERE haya sido declarado nulo había sido “la desafección de 186 trabajadores bajo el criterio único de que eran los que, estando afectados, aún permanecían en la empresa debido a la salida escalonada de los trabajadores afectados, sin tener en cuenta a los trabajadores que ya habían salido en ese momento”.

Un lenguaje tan enrevesado que solamente pretendía ocultar una acusación: la decisión de Vidal de recuperar a 186 empleados afectados por el ERE para evitar que Canal 9 se fuera a negro era una de las “causas concluyentes” de la sentencia del TSJ. Vidal, que mantuvo por la tarde una tensa reunión en Presidencia de la Generalitat con Alberto Fabra y el vicepresidente José Ciscar, dijo ante una asamblea de trabajadores celebrada en Burjassot a las 23.00: “Hay que leerse la sentencia para poder opinar. A mí, la Generalitat no me ha pedido la opinión. Jurídicamente se pueden hacer los cambios legales en un mes. La sentencia se podrá recurrir”.

Presidencia da por hecho que Vidal dimitirá antes del cierre efectivo

El distanciamiento entre los responsables políticos que la nombraron y la directora era más que evidente. Ante los empleados, Vidal dijo alegrarse de que le hubieran pedido que se explicara y añadió: “Nosotros no hemos venido a cerrar RTVV. Debemos seguir emitiendo. Sé que cuesta pero hemos de ser profesionales hasta el final”. Y, para que nadie se llamara a engaño, anunció que su dimisión será inminente: “Nadie de mi equipo va a estar en el cierre [de RTVV]“. Vidal en declaraciones a este periódico señaló: “Se podía sacar adelante esto. Íbamos a presentar beneficios este año después de siete meses de gestión ordenada. El presidente Fabra me ha llamado al Palau de la Generalitat para comunicarme la decisión y me ha explicado que una ley cambiará la actual. Yo le he dicho que mi equipo y yo hemos venido a gestionar un servicio público. No he venido a gestionar un cierre y así se lo he comunicado. Cuando me dé la hoja de ruta, presentaré mi dimisión”.

El Consell, a través del escrito, había anunciado justo lo contrario, su intención de “proceder a la supresión del servicio público de la radio y la televisión de ámbito autonómico” al considerar inviable el sostenimiento de RTVV tras el fallo del Tribunal Superior de Justicia que declara nulo el expediente de regulación de empleo presentado hace un año y obliga a la empresa pública a readmitir al millar de trabajadores despedidos.

“La voluntad de este Consell ha sido desde el primer momento la de mantener abierta RTVV (...). Por ello se optó por el redimensionamiento de la misma y (...) se encargó a una empresa externa el proceso de ejecución del ERE”, prosigue la nota oficial, “Asimismo se promovió una nueva ley de RTVV que ahondara en la vocación de servicio público”.

Fabra asume la posicion de Ciscar en detrimento de la de Castellano

“Es en este punto donde acaban las decisiones del Consell respecto a RTVV”, sentencia Presidencia de la Generalitat, que se desvincula de la gestión posterior realizada. “El proceso de ejecución del ERE siempre ha correspondido, en exclusiva, a la dirección de la empresa pública, en tanto que siempre ha tenido entidad jurídica propia”, indica el comunicado.

La reunión en Presidencia fue la escenificación pública de que el Consell y, especialmente, Ciscar —encargado de diseñar el plan maestro para reconvertir RTVV— y Vidal tenían concepciones distintas sobre el futuro de la empresa pública. Ante el riesgo de que se declarase nulo el ERE, el Consell había encargado semanas atrás distintos informes jurídicos para conocer las posibles alternativas a las que acogerse.

La Generalitat estudia conveniar con TVE ampliar las desconexiones

Las principales opciones eran dos: el cierre o acudir a un concurso de acreedores. La disyuntiva dividió al propio Consell, tanto que Ciscar y el secretario general del PP y consejero de Gobernación, Serafín Castellano, llegaron a decir una cosa y la contraria hace solo una semana.

El vicepresidente reiteró que, si la justicia tumbaba el ERE, la televisión valenciana estaba abocada al cierre. Y solo unos días después Castellano aseguraba que RTVV no cerraría de ninguna manera, consciente de que una decisión así echaría por tierra el argumentario sobre las señas de identidad que los populares mantienen con más pena que gloria. Finalmente, Fabra ante los problemas que planteaba un nuevo ERE asumió la tesis de Ciscar.

La derogación de la ley de RTVV está prevista para antes de Navidad

Una decisión que se formalizará mediante un proyecto de ley que derogará la legislación actual y que aprobará el PP en solitario en las Cortes Valencianas, previsiblemente antes de que acabe diciembre.

Fabra —que el lunes se reunió con el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González para hablar del futuro de las televisiones autonómicas— se esforzó ayer por presentar el cierre de RTVV como un ejemplo de liberalismo y defensa de los servicios públicos básicos. Y lo hizo, al menos, con éxito relativo porque algún director de periódico no tuvo empacho en tuitear el argumentario del presidente valenciano como si fuese suyo.