Fabra da por “enterrada” la guerra del agua con el pacto del trasvase

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha dado esta mañana por "enterrada la azada de guerra del agua" tras la firma del Memorando del trasvase Tajo-Segura, que ha puesto de acuerdo, por primera vez, a cinco comunidades autónomas, al ministerio y a los regantes.

En la sede del Sindicato de Riegos del Levante en Elche, Fabra, arropado por varios cargos del PP y los representantes de los agricultores, se ha empleado a fondo en destacar que tras siete meses de negociaciones con "diálogo, sensibilidad y argumentos cargados de razón" se ha conseguido garantizar el trasvase, que tendrá rango de Ley. El presidente de la Generalitat ha instado a todos a dejar de lado la política de "pancartas y gritos" y no abandonar "el trabajo conjunto" para lograr nuevos retos.

Los discursos oficiales no han calado entre el auditorio, un centenar de regantes de avanzada procedentes de varias comarcas. "Cuando tengamos sequía sabremos si esto es bueno o no", comentó resignado un regante de Mutxamel. "El día que no llueva veremos si nos regalan agua, ahora es muy cara", apuntó otro. Unos y otros acogen este pacto con cierta esperanza y una gran dosis de escepticismo. Al acto no acudió ningún cargo de los partidos en la oposición.

 Magnífico acuerdo

Los representantes de los regantes han insistido en que se alcanzó un "magnífico acuerdo"  que "prácticamente garantiza el suministro", según ha asegurado Manuel Serrano, presidente de Riegos de Levante.

Más didáctico ha sido Ángel Urbina, portavoz de los regantes, quien ha cogido tres tubos de ensayo para demostrar con un ejemplo práctico que aunque la reserva necesaria para poder trasvasar aumente, que pasa de los 240 hectómetros a los 400, se dispondrán,en realidad, de los mismos volúmenes que el valor medio trasvasado entre 1983 y 2012, que son entre 320 y 330 hectómetros. "El incremento de reservas se hará de manera paulatina, a razón de 32 hectómetros por año, con lo que casi no se notará", ha asegurado Urbina.

Los regantes han insistido en que, por primera vez, se ha conseguido sacar el trasvase del Plan de Cuenca del Tajo, que en época de sequía el 75% del agua trasvasada irá para regadíos y un 25% para abastecimiento humano, y no al revés como hasta ahora, y han anunciado que el ministerio trabaja en la creación de un Banco de Agua para que no tengan que pagar precios abusivos. "Los hemos pasado de tener meras expectativas de recibir agua a tener un trasvase con seguridad jurídica", ha señalado José Manuel Clavert, presidente del Sindicato Central de Regantes.

El acuerdo también anula la disposición adicional primera de la Ley 11/2005, conocida como cláusula Narbona, que suponía que en la medida que el Programa Agua aportara más cantidad de agua desalada se irían reduciendo las aportaciones para el trasvase Tajo-Segura.