El ‘banco malo’ acapara Urbe

La Feria Inmobiliaria del Mediterráneo, Urbe, inauguró este viernes su decimoctava edición en Valencia en un formato muy reducido (14 expositores) y con una novedad: la presencia de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Restructuración Bancaria (Sareb), conocida popularmente como el banco malo, que por primera vez en España acude a un certamen con expositor propio. La distribución de Urbe, que mantendrá sus puertas abiertas hasta el domingo, pone de relieve que el negocio inmobiliario está definitivamente en manos de las entidades financieras, sobre todo las intervenidas.

Como síntoma, la Sareb, con el escaparate más grande, se reparte los principales espacios con otras entidades como Anida (filial inmobiliaria del BBVA), Ibercaja o Altamira (Banco Santander), frente a inmobiliarias como Avanza Urbana, Básico Homes, Getsa, Urbem, Molmar, Casas del Mediterráneo o Vaymer, y sin apenas presencia de grandes promotoras.

Uno de los atractivos de esta edición, con mucha oferta de alquiler, son los descuentos, que según la organización pueden alcanzar hasta el 50% del precio de mercado (viviendas desde 17.000 euros). Pero el principal polo de atracción es, sin duda, el escaparate de la Sareb, con más de 1.500 unidades residenciales (viviendas, garajes y trasteros) de su cartera inmobiliaria residencial de la Comunidad Valenciana.

La sociedad tiene 9.000 viviendas de la Comunidad en su cartera

Con una oferta global compuesta por más de 600 viviendas de promociones de obra nueva y un centenar de viviendas de segunda mano (ubicadas en Valencia y diversas poblaciones de la provincia), 15 comerciales de la Sareb acaparaban la atención de la mayoría de los primeros visitantes sobre productos que oscilan entre 30.500 y 300.000 euros. “Es el momento de compulsar si hay movimiento en el mercado”, explicaba uno de los componentes del stand ante la expectación creada.

Fuentes de la Sareb justifican presencia en Urbe en que buena parte del comprador de su producto se encuentra en la Comunidad Valenciana, ya que es aquí también donde está radicada gran parte de los activos. La Comunidad Valenciana representa el 18% de los activos inmobiliarios de la Sareb, con 9.000 viviendas, 1.300 trasteros, 5.600 plazas de garaje y 27,4 millones de metros cuadrados de suelo (12,7 de los cuales, edificables). Los activos financieros valencianos de la sociedad suponen el 17%, y unos 3.000 están acreditados.

La sociedad, que tiene una estructura muy pequeña y tiene que morir en 15 años, hasta ahora se había circunscrito a sus tres canales de venta: el minorista (con comercialización de consultoras y entidades cedentes), el de activos singulares (centros comerciales, hoteles…) y el mayorista (paquetes a inversores). Pero ahora ha dado el salto a los salones inmobiliarios.

Sus productos oscilan entre 30.500 y 300.000 euros

Tras Urbe, estará en Barcelona Meeting Point a la búsqueda de clientes. “Hemos decidido participar en las ferias porque es donde está nuestro comprador”, argumentaron ayer fuentes de la sociedad, constituida en un 55% por entidades privadas y en un 45% por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria.

Aunque el resto de entidades e inmobiliarias presentes en Urbe evitaron valorar si la irrupción de la Sareb en el certamen intensificaba la competencia (algunos rechazaron que se tratara de competencia, sino “más bien, colaboración”), resultaba evidente el recelo. “La competencia es buena”, afirmaron ayer desde la sociedad, incidiendo en que en la medida en que hay más agentes y más activos se están mandando señales de que se está moviendo el mercado.

En ese sentido, aseguran que desde la puesta en marcha de la Sareb en marzo, las ventas han experimentado un crecimiento exponencial: “En junio vendimos 550; en julio, 1.800, y a mediados de septiembre, 3.000”. De todos los inmuebles vendidos, la Comunidad Valenciana fue la que mayor porcentaje de ventas registró (un 15% del valor). “Está despertando mucho el interés inversor extranjero”, añadieron.

De los casi 200.000 activos que le fueron transferidos a la Sareb, valorados en 50.000 millones de euros, el 78% son préstamos a promotores y el resto, el 22%, activos inmobiliarios. El 56% de su cartera inmobiliaria es vivienda, y su mayoría se ubica en Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid.