Botella sube las tarifas del taxi y culpa a una errata
El Ayuntamiento encarece los precios que anunció para 2014 para que el sector acepte su coste fijo de 30 euros al aeropuerto
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP), ha cerrado, o eso cree al menos, una semana de negociaciones con los taxistas para fijar las tarifas de 2014, y lo ha hecho de una forma esperpéntica: admitiendo que el enfado de la mayoría del sector contra los nuevos precios y su amenaza de movilizaciones se debió a "una errata" en el anuncio realizado el pasado lunes, que el Ayuntamiento sin embargo decidió no corregir hasta haber finalizado las negociaciones.
El resultado final para el usuario, en cualquier caso, es una subida considerable con respecto a los precios anunciados públicamente el pasado lunes, y un encarecimiento también sobre las tarifas actuales. Coger un taxi un jueves por la noche o un domingo a mediodía costará 55 céntimos más; en cambio, un sábado por la noche será 20 céntimos más barato.
A cambio, el Ayuntamiento saca adelante su medida estrella, el coste fijo de 30 euros para trayectos entre el aeropuerto de Barajas y el interior de la M-30, a falta, eso sí, de conocer la respuesta de la Federación del Taxi, que se opone frontalmente y reúne un tercio de las licencias de la ciudad.
El lunes, el Ayuntamiento sorprendió y enojó a los taxistas al anunciar, cuando según estos aún se estaba negociándolo, el nuevo cuadro de precios para 2014. La principal novedad era la tarifa fija entre el aeropuerto y los destinos ubicados dentro de la M-30, una medida que fue incluida sin oposición del sector en la ordenanza aprobada el año pasado y que el Ayuntamiento anunció el lunes que se pondría en marcha en 2014 a un precio de 30 euros. Además, se establecía un coste mínimo de 20 euros para los trayectos entre el aeropuerto y destinos ubicados fuera de la M-30. El resto de tarifas apenas cambiaba (el coste por kilómetro recorrido se congelaba), pero se simplificaba el cuadro: la bajada de bandera en días laborables y horario diurno pasaba de 2, 30 a 2,40 euros; la bajada de bandera en horario nocturno, en fines de semana o en festivos pasaba de 2,35 a 2,45 euros. Y desaparecía la bajada de bandera en las noches de fines de semana y festivos, que pasaba así de 3,10 euros a los 2,45 euros del horario nocturno de días laborables.
Este último cambio es el que ahora el Ayuntamiento atribuye a un "error", a una "errata" en el cuadro de tarifas hecho público mediante una nota de prensa el pasado lunes, y que desde entonces ha aparecido publicado repetidamente en los medios de comunicación sin que nadie advirtiese de que lo era. Según fuentes municipales, se evitó rectificarlo hasta concluir las negociaciones para no añadir mayor confusión. Sin embargo, a tenor del resultado de esas negociaciones, fue precisamente ese error el que sustentó la amenaza de movilizaciones por parte de la asociación mayoritaria, la Gremial (que agrupa 9.000 licencias de las 15.700 que hay en Madrid).
El presidente de la Gremial, Julio Moreno, nunca dijo oponerse a la tarifa fija al aeropuerto, sino al conjunto de precios anunciado el lunes. Y, sin bien es cierto que tenía varias exigencias al respecto, esta mañana, tras su reunión con la alcaldesa, ha aceptado el cuadro de tarifas tal y como se habría publicado el lunes de no haber mediado esa "errata". Es decir, si no se hubiera producido ese "error", o si se hubiera subsanado inmediatamente, o si las negociaciones se hubieran concluido antes de anunciar unilateralmente los nuevos precios, no se habría producido presumiblemente la amenaza de movilizaciones. De hecho, el martes, el concejal de Medio Ambiente, Diego Sanjuanbenito, justificó que las tarifas para 2014 apenas subieran porque "a nadie le viene bien que haya subidas mayores en los tiempos que corren".
Pues bien, habrá subidas mayores. Finalmente, la bajada de bandera para días laborables y horario diurno se encarece, como se anunció el lunes, de 2,30 euros a 2,40 euros. La bajada de bandera en fines de semana y festivos en horario nocturno pasa de 2,35 euros a 2,90 euros, y no a 2,45 euros, tal y como se anunció el lunes. Y desaparece, eso sí, la bajada de bandera en las noches de fines de semana y festivos, pero no para quedarse en 2,45 euros tal y como se anunció el lunes, sino en 2,90 euros.
Tampoco se mantiene una de las principales novedades de este año, el coste fijo de cinco euros para los taxis solicitados por teléfono, vengan de donde vengan y a la hora que sea. En la capital, el precio no varía, pero sube a ocho euros para el resto de municipios madrileños que forman parte del área de prestación conjunta. Es decir, si usted pide un taxi por teléfono en el centro de la capital y viene de una parada cercana a su casa, le costará un suplemento de cinco euros; si usted lo pide en el centro de Getafe y viene de una parada cercana a su casa, le costará un suplemento de ocho euros.
El Ayuntamiento ya ha elevado este cuadro de tarifas, presumiblemente sin erratas, a la Comunidad de Madrid para que lo apruebe y pueda entrar en vigor el próximo 20 de diciembre. El consejero regional de Transporte, Pablo Cavero, había solicitado "diálogo permanente" al Ayuntamiento el pasado martes para evitar las protestas del sector. Sin embargo, queda por lidiar la oposición de la Federación del Taxi (que agrupa unas 5.100 licencias) a la tarifa fija de 30 euros aeropuerto, que considera "desproporcionada" y "abusiva". Según los cálculos de su presidente, Mariano Sánchez, el trayecto medio desde la T-1 al centro ronda los 24 euros (se superarían los 30 euros en caso de venir de la T-4, a ocho kilómetros de distancia, según fuentes del sector).
En opinión de Sánchez, ese coste perjudica a los taxistas, puesto que, denuncia, los usuarios optarán por otros medios de transporte. El metro a Barajas cuesta cinco euros (billete sencillo más suplemento), el mismo precio que el autobús municipal exprés (la línea regular cuesta 1,50 euros y llega a Avenida de América).
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