Un juez anula el despido de una enferma crónica que faltó al trabajo
La empleada fue despedida tras faltar el 38,46% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos
Joan Agustí Maragall, un juez de lo social de Barcelona, ha dado una estocada a la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. El magistrado ha declarado nulo el despido de una trabajadora que sufre una “migraña crónica” y que, por ese motivo, se ausentó de su puesto de trabajo durante dos semanas la pasada primavera. La sentencia condena a Clece SA —una empresa de servicios dedicada, entre otras cosas, a prestar asistencia en domicilios y residencias de ancianos— a readmitir a la empleada y concluye que el despido fue “discriminatorio”.
La empresa decidió aplicar a la trabajadora la reforma laboral cuando detectó que, entre finales de marzo y finales de mayo de 2013, faltó al trabajo 15 días. En la inmensa mayoría de ocasiones, consta que obtuvo la “baja por enfermedad común”. Con un mismo diagnóstico: la migraña que le había sido diagnosticada en 2003 y que sigue padeciendo “con una frecuencia mensual e incapacitante”, según los informes médicos. “Tal y como usted conoce perfectamente”, reza la carta de despido que le enviaron, “el sistema de trabajo se basa en una planificación de los servicios” para que “los usuarios sean atendidos según sus necesidades”.
La ley prevé el despido objetivo de trabajadores con bajas médicas derivadas de una enfermedad de larga duración. La mujer, sin embargo, no estuvo de acuerdo con el despido y presentó una demanda a través de UGT. La abogada Elena Romaniega pidió al juez la nulidad del despido porque, a su juicio, ese artículo de la reforma laboral es “inconstitucional”.
En su resolución, el juez apela a una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la que interpreta que hay que integrar en el concepto de “discapacidad” las enfermedades de larga duración. Esta clase de despidos, razona el juez, son discriminatorios por razón de discapacidad. La sentencia, que puede ser recurrida, también condena a la empresa a pagar los salarios que la mujer ha dejado de percibir desde que fue despedida.
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