Balagueró: terror a bordo
El cineasta catalán ultima el rodaje de ‘REC4’, que se estrenará en 2014
Un grupo de parejas se mueve a ritmo de swingen la plaza de la Virreina de Barcelona. Un espectáculo musical imponente y armónico para una mañana de domingo. Entre el público hay quien mira además con ojos de cámara. “No estaría nada mal rodarlo”.
En la agenda de futuro del director de cine Jaume Balagueró (Lleida, 1968) se encuentra un musical. Pero mientras tanto ultima el rodaje —“que ha sido muy duro”— y arranca el montaje de REC 4. Apocalipsis, la última entrega de su famosa saga de terror que se ha rodado durante cuatro semanas en el interior de un barco en Canarias. Será en el Festival de Sitges del año que viene, en 2014, donde podría estrenarse este capítulo final de REC. “El Festival de Sitges es lo que se ve desde fuera. Cada año se supera, es un éxito de público, un certamen que está en plena efervescencia”.
Manuela Velasco vuelve para reencarnar a Ángela. Balagueró “es el director más relajado y simpático de los que he trabajado, no pierde los nervios”, reconocía recientemente Velasco, la actriz protagonista de REC. Y así se muestra. Un director de cine de terror que transmite tranquilidad. “Por mi experiencia con otros directores de cine de terror, normalmente son muy simpáticos, gente muy divertida. No suele ocurrir lo mismo con los directores de comedia, algunos son más solitarios y atormentados”. Balagueró se ve haciendo muchas cosas, pero nunca una comedia. Para el año que viene prepara un thriller en Madrid. “Me gusta todo tipo de cine, contaría cualquier historia”.
En 1999 dirigió su primer largometraje, Los sin nombre, una adaptación de la novela homónima de Ramsey Campbell, con la que ganó el Meliès de Oro a la mejor película fantástica europea de ese año. El director lamenta la situación por la que atraviesa el cine español. La partida dedicada al cine en los últimos presupuestos del Estado ha caído cinco millones de euros —de los 55,7 de 2013 baja a 50,84 previstos para 2014, un descenso de casi el 9%—. En países como Francia, el presupuesto alcanza los 170 millones de euros. “Veo la situación muy complicada. El cine no se protege en España. En otros países se entiende cuál es el valor del cine, no solo es un valor cultural sino también industrial. El cine moviliza a mucha gente, son muchos los que viven en este país del sector, pero no se protege. En países como Francia, en cuanto han visto que la afluencia a las salas ha bajado, han tocado el IVA. Están muy pendientes”.
La subida del IVA es uno de los males que apunta Balagueró. Pero hay otros, como “el hábito enfermizo de las descargas ilegales o como quieran llamarlas. Este es el único país del mundo donde este hábito está tan normalizado y eso tiene mucho con ver con la forma de ser de este país y con un concepto de ciudadanía que aquí no existe”. Balagueró reconoce que no tiene la fórmula para revertir la situación actual del cine, “yo me dedico a hacer pelis, otros tienen que pensar en eso”, pero reclama con insistencia que se proteja el cine como industria. Pese al panorama actual y al galopante cierre de salas, el creador de la saga REC sí ve algo de esperanza: “Hay un tipo de cine español que se financia con capital internacional, producciones más o menos grandes, en las que todavía se puede levantar financiación. No es el caso del cine más local”.
Este hombre, que nada tiene de terrorífico, subraya que el terror que se hace en España tiene vocación internacional. “Las películas siempre se reciben igual, incluso REC, un filme tan local, rodado en Barcelona, en una casa del Eixample, ha sido superbien recibido por ejemplo en Asia”.
La salida ahora es, según Balagueró, hacer cine pensando en el mercado internacional. Eso no significa irse al extranjero. “Se puede seguir haciendo películas aquí, pero no para el mercado español”.
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