Sitges se prepara para vivir 10 intensos días de miedo

El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges pasa por ser el mejor del mundo en su género. Eso no le salva de sufrir la crisis como todo el sector. Para la edición que arranca el próximo viernes cuenta con uno de los presupuestos más bajos de los últimos años: 1,5 millones de euros (un 14% menos que en 2012), algo que ha llevado a programar 150 películas frente a las 187 del año anterior.

Pero no hay quien pueda con este festival que este año cumple 46 años. Hasta ayer domingo se han vendido más de 33.000 entradas previas (315.000 euros), mucho más que el año pasado, explicó ayer el director del festival Ángel Sala en la durante la tercera y última rueda de prensa previa al inicio del festival. “El cine fantástico tiene una salud de hierro, como lo demuestra que los mayores éxitos cinematográficos se puedan clasificar en este género. Gravity, la película que ha arrasado esta semana es también cine fantástico”, explicó convencido.

En el festival de Sitges no faltarán los tradicionales vampiros, los zombies, y la ciencia ficción más “introspectiva y alejada de las grandes producciones americanas”, pero también el humor, de alguna comedia fantástica y el cine de animación, sobre todo japonés. Todo alrededor del leif motiv de este año que es “el mal que puede residir en el vecino de lado o en tu pareja como en La semilla del diablo de Polanski”.

Como ya se anunció, el festival se inaugurará con el estreno de la catalana Gran Piano, de Eugenio Mira, protagonizadas por Elijah Wood y John Cusack, “después del éxito que ha tenido en Austin donde la han comparado con Hitchcock”. También podrán verse Mindscape, de Jorge Dorado, Hocked Up, de Pablo Larcuen, The returned, de Pablo Carballo o Los inocentes, de 12 directores.

Entre los títulos que destacó Sala están la nueva película de Nicolas Winding Refn, el último trabajo de Jim Jarmusch, un relato de amor eterno entre dos vampiros; la comedia de Roman Coppola y una adaptación The Congress dirigida por Ari Folman.

Durante el corto de presentación quedó claro que muchas incluso aterrorizarán a los más atrevidos. Es el caso de los trabajos de Mike Mendez, Richard Raaphorst o lo nuevo de Xan Cassavettes y Jacob Vaughn. “El festival es una gran plataforma pero el 80% de las películas que se podrán ver no tienen distribuidora y no se verá nunca en las grandes pantallas”, se quejó Sala.

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