El Gobierno no entrará en Les Arts sin conocer datos económicos y de gestión
Català reiteró a Wert el interés por que se integre en la fundación de la ópera
El mediático edificio, los nombres de campanillas y los éxitos artísticos de algunos montajes del Palau de les Arts no han hecho mella en el Ministerio de Cultura. Tampoco el victimismo partidario de antaño ni la coherente protesta de Zubin Mehta ha revertido la situación, a pesar de que el PP preside ahora ambos Gobiernos, nacional y autonómico. El teatro valenciano de la ópera recibirá 397.000 euros el próximo año, según el proyecto de Presupuestos. Una consignación muy inferior a las del Teatro Real (8,7 millones de euros), el Liceu de Barcelona (6,7 millones), el Teatro de la Maestranza (1,4 millones), y también a la que recibe la privada Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (470.000 euros). Y un poco más que la ópera de Oviedo (235.000). ¿Por qué?
El Ministerio de Cultura responde que se aplican criterios generales y una reducción presupuestaria similar a todos los escenarios, incluso menor porcentualmente en el caso valenciano. No obstante, hace una distinción entre los coliseos que reciben transferencias y en los que forma parte de sus órganos de gobierno, como el Real, el Liceu y la Maestranza, y el resto, que es beneficiario de subvenciones nominales a cargo del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM). También justifica su actuación en la larga tradición operística de ciudades como Bilbao u Oviedo... ¿Pero por qué el Ministerio no entra en la Fundación del Palau de les Arts, como se le ha solicitado en diversas ocasiones?
La consejera de Cultura, María José Català, le volvió a trasladar hace unos meses la invitación al ministro de Cultura, José Ignacio Wert. Y el Ministerio responde que está valorando la posibilidad. Para ello, precisa toda la información disponible, todos los datos económicos y gerenciales, así como el proyecto artístico del Palau de les Arts. Además, Cultura señala que está pendiente tanto del anunciado “proceso de extinción de la Fundación” para su integración en el conglomerado CulturArts, como de la posterior decisión de excluirlo, según un portavoz del departamento.
De momento, el proceder del ministerio, gobernado por el PP, es muy similar al de la anterior Administración dirigida por los socialistas. Se reconocen los hitos artísticos del Palau de les Arts, de montajes como la Tetralogía de Wagner o el Othelo del pasado año, así como la calidad de su nueva orquesta, pero se desconfía de la viabilidad de un proyecto concebido en época de vacas gordas para el que la Generalitat no contó en su concepción con el Ministerio de Cultura.
En cualquier caso, el presupuesto que Cultura destina a la Comunidad Valenciana no se diferencia del resto de ministerios. La inversión per cápita del Gobierno es inferior a la media española. Y en materia cultural, la diferencia es aún mayor. La cultura, además, suele ser moneda de cambio en el mercadeo de las enmiendas, donde se plasma el interés del Gobierno por satisfacer a los grupos minoritarios, porque necesita sus votos, como sucedió con el anterior Ejecutivo socialista, o por estrategia política. Sólo así se entienden algunas partidas.
De lo que no hay duda es de que el Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia merecía por fin una consignación presupuestaria para iniciar su quinta fase de ampliación, tras el freno del Ayuntamiento en 2011 al no conceder licencia y tras años de retrasos. La consejería de Cultura acoge la inversión de cuatro millones de euros en 2014 en la pinacoteca, de titularidad estatal y gestión autonómica, como un triunfo.
Ayer, el secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll, respondió a la pregunta de por qué el IVAM sólo recibe 156.000 euros del Ministerio por 992.430 del Macba, aludiendo a la importancia de la ampliación del San Pío V en crisis. Al margen de posibles apreciaciones de índole artística, el Gobierno forma parte del consorcio del catalán Macba. El IVAM incorporó el pasado a un cargo del ministerio en su consejo rector, pero el trato no ha variado mucho.
Al menos recibe una ayuda y no como la Acadèmia Valenciana de la Llengua, el único ente normativo oficial de España que no figura entre los beneficiarios del Ministerio de Cultura. El Institut d’Estudis Catalans y la Real Academia Gallega tendrán una ayuda de 273.000 euros; la Academia de la Lengua Vasca, de 143.180 euros, y la Real Academia Española, de 1,6 millones. Tal vez en el caso de la AVL, nadie la ha pedido.
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