El primer ‘paparazzo’
A Coruña acoge los retratos de famosos captadas por el también celebre fotógrafo Ron Galella Una exposición complementada con una pequeña selección de vestidos de alta costura
Marlon Brando le rompió cinco dientes de un puñetazo en la mandibula. Richard Burton le envío matones para darle una paliza. Mick Jagger le dedicó, exasperado, un contundente dedo de honor. Y Jackie Kennedy Onassis, a la que persiguió con su cámara durante 15 años con determinación obsesiva, lo arrastró ante los tribunales y ordenó a los servicios secretos, siendo primera dama de Estados Unidos, que le impidiese fotografiarla. Pero Ron Galella (Nueva York, 1931), precursor de los 'paparazzi', también tenía sus admiradores entre la fauna de celebridades que fotografiaba sin permiso, como Grace Kelly, Robert Redford o Andy Warhol, quien acostumbraba a declararse abiertamente su admirador. Son más de tres décadas de una vida consagrada a capturar instantáneas privadas de personajes públicos las que ofrece hasta el 11 de enero en A Coruña la muestra 'Ron Galella, paparazzo extraordinaire!'.
Una exposición de 107 fotografías que, ideada para PHotoEspaña en Madrid hace dos años y tras viajar por Berlín y Amsterdam, llega ahora a Galicia de la mano de la Fundación Novacaixagalicia y de las tiendas coruñesas de moda Ottodisanpietro, patrocinador privado del proyecto que añadió un complemento de talla a los retratos de celebridades: en una sala continua de la fundación coruñesa de las antiguas cajas expone una selección de 12 vestidos originales de alta costura diseñados por casas como Gucci, Lanvin, Valentino, Balenciaga, Prada o Stella McCartney.
Cuenta Gerardo Mosquera, comisario de la exposición, que Galella vive retirado de la vida pública aunque aún sigue haciendo alguna que otra fotografía y revelando sus propias copias en el cuarto oscuro de su casa. “Pero afirma que no podría, y no por su cojera o por su edad, ser hoy en día un 'paparazzo”, palabra italiana que significa zumbido de los mosquitos y que Fellini, al llamar así a un personaje de su pelicula 'La Dolce Vita', convirtió en definición de los fotógrafos que se dedican a perseguir famosos para captar imágenes sin su consentimiento.
Una profesión que Galella ve ahora demasiado masificada. Claro está también que al veterano profesional, que publicó en las revistas más famosas y expuso en los grandes museos y galerías de todo el planeta, le tocó una época más fácil, las décadas de los setenta y ochenta, en los que no había tanta seguridad, ni restricciones como ahora en los platos de cine o las fiestas de famosos. Aunque el pionero de los 'paparazzi' también acostumbraba a saltarse barreras. Y no le era ajena la palabra acoso como atestigua su relación de amor odio con su modelo, a su pesar, preferida, Jackie Kennedy. Escondido en el asiento trasero de un taxi capturó en 1971 su imagen más publicada y predilecta de la entonces primera dama, vestida con vaqueros y cruzando la calle, la melena al viento. “Igual que Da Vinci tiene su Mona Lisa, yo tengo mi 'wind-blown' [despeinada por el viento] Jackie”, afirma Galella. Una fotografía que, según él, respondía a las tres reglas del 'paparazzo' : “desapercibido, improvisación, espontaneidad”.
“Es un artista del lente, capaz de captar con un sentido extraordinario de la imagen, momentos más íntimos de la jet-set”, explica Mosquera durante el recorrido de la exposición que abarca desde una instantánea de Frank Sinatra tomada en 1967 hasta una sonriente Penelope Cruz en 2002. Once de las fotografías de Ron Galella serán expuestas en las tiendas de Ottodisanpietro. La muestra incluye un documental de hora y media realizado por Leon Gast sobre la vida de este célebre fotógrafo y la figura siempre polémica de los 'paparazzi' por su transgresión de lo público y lo privado. Una película titulada con la tajante orden que un dio Jackie Kennedy a su escolta, exasperada por la persecución de Ron Galella: 'Smash his camera!' [aplasta su cámara]. La Fundación Novacaixagalicia organizará además talleres para escolares, niños y adultos sobre la obra de Galella y el arte de la fotografía.
Cuestión aparte aunque complementaria es la pequeña exposición de alta costura titulada 'El glamour de los intemporales'. Espectaculares son esa docena de vestidos, desde el de 'crêpe marocain' con el que Valentino cerró su último desfile, hasta el impresionante traje de satén rojo bordado con pedrerías que lució la actriz Emma Stone en la gala del Met de Nueva York el año pasado. El único que no está expuesto en un maniquí, no porque pese 40 kilos, sino por la talla demasiado estrecha de la actriz.
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