Cierval recuerda que hay que asumir riesgos para no caer en la corrupción
González pide reglas claras y transparentes en la colaboración público-privada
El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), José Vicente González, se mostró este jueves partidario de la colaboración público-privada, pero consideró que el sector privado debe asumir riesgos y responsabilidades al prestar servicios públicos, ya que de lo contrario hay “tentaciones a la corrupción”. En su opinión, debe ocurrir como en las empresas privadas, de modo que “si hay beneficios te los has ganado, y si hay pérdidas también te tocan aquí”.
González realizó estas consideraciones en la I Jornada de reflexión sobre el papel de la Administración y las empresas en la gestión de los servicios públicos, organizada por Cierval, que inauguró junto al vicepresidente y consejero de Presidencia, José Ciscar. El presidente de la patronal explicó que la colaboración público-privada “no es nueva” porque ya existía “en la Edad Media” y se aplicaba, entre otros ámbitos, en la recaudación de impuestos, que corría a cargo del sector privado, que luego los entregaba a autoridades públicas. A su juicio, no existen “contradicciones insalvables entre el sector público y el privado”. Y aseveró que hay sectores como la educación y la sanidad que deben ser “públicos y universales”, pero consideró que esto no implica necesariamente que se deben gestionar por la Administración. “Hay muchas cosas que se gestionan mucho mejor desde la esfera privada, de forma más económica y con más calidad”, manifestó González, instando a ser “pragmáticos”.
El presidente de Cierval señaló que la colaboración público-privada precisa de “reglas claras” y de “un sistema transparente en el que ambas partes asuman sus responsabilidades”, de forma que no hay que consentir que “si se gana dinero, sea para la parte privada, y si se pierde, sea la parte pública la que cargue con las consecuencias”. En su opinión, esto es un sistema “injusto” y, además, “este tipo de actuaciones son una fuente permanente de tentaciones a la corrupción”.
Desde su punto de vista, las Administraciones tienen que adjudicar las concesiones “de forma absolutamente objetiva, sin ningún tipo de discrecionalidad y de modo transparente”. Además, González defendió que se deben fijar indicadores para medir la calidad, que deben ser “públicos y publicados”.
“Las ganancias no pueden ser privadas y las pérdidas públicas”
El vicepresidente José Ciscar, por su parte, instó a romper la dicotomía que se plantea “entre Estado y mercado, entre público y privado”, ya que hay “muchos puntos intermedios” que los hacen complementarios. Ciscar aludió a la reestructuración del sector público empresarial e indicó que, mientras en 2011 costaba 2.559 millones de euros, en 2013 su presupuesto descendió a 1.194. Con todo, indicó que “1.194 millones es algo que la Generalitat y los valencianos no nos podemos permitir”, por lo que el Consell está trabajando para reducirlo más.
Según Ciscar, dentro de la reestructuración del sector público empresarial, la colaboración público-privada juega “un papel muy importante”, ya que, defendió, “algunos servicios se prestan mejor desde la iniciativa privada”. Así, insistió en que en la Ciudad de las Artes y las Ciencias se ha tenido que plantear la externalización de la gestión porque, de otro modo, “no es rentable”. El vicepresidente recordó que se licitará la gestión de todo el complejo, excepto el Palau de les Arts. Asimismo, recordó que en Ràdio Televisió Valenciana la parrilla que no sea de servicios informativos se gestionará por la iniciativa privada y, para ello, se han presentado ocho grupos empresariales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.