IU pide “remunicipalizar” los servicios que Tomás Gómez privatizó en Parla
El PP apoya que el Ayuntamiento recupere la gestión de la recogida de basuras
En Parla prácticamente no queda nada por privatizar. El servicio de recogida de basuras. Las instalaciones deportivas. El mantenimiento de las zonas verdes. El de las fuentes. La ayuda a domicilio. Los centros de mayores. La atención a víctimas de violencia de género. El servicio técnico de integración social. El punto de información al voluntariado. Las escuelas municipales de danza, teatro y música. La de idiomas. El Teatro Jaime Salom (iluminación, taquillas, acomodadores, etcétera). El punto de información al voluntariado. El control de plaga de palomas... Los ejemplos —hay más— de servicios públicos que el PSOE privatizó en la última década y media abundan. El grupo municipal de Izquierda Unida ha presentado una proposición para tratar de revertir una situación tan atípica y “remunicipalizar” lo que un día fue público.
La formación plantea iniciar los trámites necesarios para estudiar “la viabilidad” de que el Consistorio “recupere la gestión del resto de servicios que están privatizados”. En concreto, IU propone realizar en el plazo de seis meses los estudios y memoria económica “necesarios para sustentar la viabilidad de la recuperación por el Ayuntamiento de la gestión de la prestación del servicio de limpieza viaria, recogida de residuos sólidos urbanos y gestión de puntos limpios (...) a través de la fórmula que se considere más eficiente en el marco de la actual legislación de régimen local”.
El actual secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, fue alcalde de Parla (124.000 habitantes) entre 1999 y 2008. Desde ese año José María Fraile, que fue su concejal de Hacienda —Gómez le definió como “el mejor de Europa”— gobierna el municipio. La vorágine privatizadora en las cuatro últimas legislaturas en Parla, siempre bajo mandato socialista, llevó a Gregorio Gordo, portavoz de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, a afirmar que a Gómez “solo le faltó privatizar la alcaldía” en su etapa de regidor de la localidad.
“Todas estas externalizaciones han empezado a afectar a la prestación de los servicios municipales, de ahí que vayamos a pedir en pleno que se realice de forma urgente un estudio de viabilidad de la gestión directa de los servicios que están privatizados actualmente”, considera la portavoz del grupo municipal, Carolina Cordero. “La mayor parte de los servicios que se prestan desde el Ayuntamiento están privatizados como consecuencia de decisiones políticas que se han llevado a pleno en los últimos años por parte del equipo de gobierno con el apoyo del PP”, sentencian en IU. En el Partido Popular replican que no son responsables de las decisiones del Ayuntamiento, y recuerdan que, tras las elecciones de 2011, IU formó parte del gobierno durante casi seis meses. La relación de fuerzas se reparte de la siguiente forma: 11 escaños del PSOE, 11 del PP, 4 de Izquierda Unida y 1 de UPyD. Los socialistas gobiernan en minoría después de que se rompiera el pacto de gobierno con IU en octubre de 2011.
Entre los servicios más llamativos que se privatizaron destaca el de la recogida de basura y limpieza viaria, del que se han encargado cinco empresas desde septiembre de 2011. Desde entonces se han sucedido despidos, impagos y retrasos con los trabajadores de esta externalización. Eso, por no olvidar episodios puntuales de varios días sin servicio por los cambios de empresa, lo que llevó al PP a presentar en agosto una moción para que se remunicipalizase el servicio. “Ceder la gestión de estos servicios supuso una merma en las codiciones laborales de la plantilla que lleva a cabo estas funciones”, entiende Cordero.
El Consistorio también privatizó las instalaciones deportivas por un periodo de 40 años. Incluso permitió que la adjudicataria cerrase determinadas zonas a los socios del club privado Forus. También impacta que el punto de encuentro y mediación familiar, de titularidad municipal, sea gestionado por los Legionarios de Cristo, una orden ultracatólica, a través de la Fundación Altius. Los últimos cuatro años de gestión de Fraile dejan un déficit de 110 millones de euros y una deuda de casi 400 millones.
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