Las primeras videoconsolas reviven en el campus de Alicante
El MUA expone 300 aparatos, desde la primera Odissay hasta los últimos videojuegos
Contemplar la primera consola para videojuegos que apareció en el mercado, allá por la última década de los setenta, que ni tenía unidad central de procesamiento (CPU) ni sonido, es como tener un calendario de vida al que le han arrancado la mitad de sus hojas.
Lo que hoy nos parece rudimentario en su día fue la "bomba"; lo que ahora nos puede generar una sonrisa, en su momento provocó asombro. Esta simbiosis de conceptos contrapuestos, contemplada en el tiempo, es lo que desprende la exposición Retroconsolas, un recorrido por la historia de las videoconsolas, desde la primera, la Odissey, hasta las actuales, merced a unos 300 de estos aparatos que han dado juego a varias generaciones.
El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) acoge desde hoy esta muestra que, de haberse llamado "Viaje en el tiempo", no hubiera desentonado nada respecto a su contenido.
Aquella Odissey, fabricada en 1972 por la firma Magnavox, fue la primera que apareció en el mercado. Sin CPU ni sonido -tampoco tenía color-, sólo ofrecía un juego, el "pong", que consistía en subir y bajar un barra blanca -su único movimiento- para devolver la pelota al contrincante a modo del "ping pong".
Cuarenta años después, los videojuegos han alcanzado un nivel de realidad virtual que nos provoca una sonrisa al ver esa Odissey, que, curiosamente y como ocurre ahora, también fue "clonada", como así ha apuntado el presidente de la Asociación de Usuarios de PC y videojuegos (Asupiva), Pablo Avilés, reacio a utilizar la expresión "pirateada".
En colaboración con la Universidad de Alicante, Asupiva muestra una retrospectiva de consolas que abarca ocho generaciones de videoconsolas en función de los entonces adelantos tecnológicos.
Si para entender al hombre de hoy hay que estudiar al homínido, para comprender la consola más moderna hay que conocer la Odissey y sus generaciones posteriores, como la Super Pong, de 1975, la primera consola de la mítica Atari; o la Tele Spiel 2201, de Philips, la primera que apareció en el mercado europeo.
En esta importante colección, el espectador pude recrear su mirada en otras muchas que marcaron un antes y un después, como la fabricada por la marca Fairchild (1976), la primera que permitía el uso de cartuchos y que tenía CPU, y la VCS 2600, el primer gran éxito mundial de Atari, que en España se vendió a 35.000 pesetas.
No hace falta ser un friki para disfrutar viendo la Megadrive, de la firma Sega, con la que comenzó la famosa saga Sonic; la Color TV Game 6, la primera de Nintendo, o la CD 32, de la marca Commodore (1993), la primera en alcanzar lo que hoy son unos irrisorios 32 bits.
Marcas y modelos, como Amstrad, Supiva, Nec Corporation, Coleco,Binatone, Soundic y Spectrum, entre otras muchas, han dado juego a estos últimos cuarenta años. Aunque no se permite jugar con la mayoría de las videoconsolas expuestas, la organización regala al visitante la oportunidad de echar "una partidita" a la primera versión del Street Fighter. Para los jóvenes de hoy puede ser un risa, pero para sus padres supone un viaje en el tiempo que se agradece.
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